Sendero de Los Molinos de Almadén de la Plata

Vamos a realizar una ruta bonita y muy sencilla, ideal para ir con niños. Con inicio y final en Almadén de la Plata, tiene una parte lineal y otra circular. Son algo más de 8 kilómetros de marcha, unas dos horas. Básicamente, vamos a seguir el itinerario de la romería de esta localidad. Avanzaremos por la bella dehesa de la Sierra Norte de Sevilla acompañando el Arroyo de los Molinos hasta el Rivera del Cala. Muy cerca visitaremos la Ermita de la Divina Pastora.

Tomamos como punto de partida la Iglesia de Nuestra señora de Gracia, en el centro del pueblo. Pasamos ante el Ayuntamiento de Almadén de la Plata hasta llegar a la Plaza del Reloj. Por el lado derecho, enfilamos la calle Coso hasta conectar, tras un codo, con la calle Molino. Por ella, dejamos atrás las casas.

Aunque apenas hay señalización, el trayecto no tiene pérdida. Iremos caminando por un carril de tierra entre varias parcelas, alguna explotación ganadera y huertas. En ocasiones, el camino lo delimitará un murete, las chumberas o combinación de ambas. Poco a poco, el paisaje irá mejorando mientras descendemos suavemente hasta el Rivera del Cala. La vegetación cambiará: las encinas, alcornoques, olivos o jaras darán paso a olmos o álamos en la inmediaciones del río.

Antes de llegar al vado, observaremos las ruinas del Molino de la Rivera. Estas construcciones aprovechaban la fuerza del paso del agua para mover la piedra con la moler el grano y hacer harina. La ruta recibe el nombre por estos edificios. Veremos varios de ellos.

Toca aproximarnos al Rivera del Cala. Se camina por una zona con piedras y, si el caudal está bajo, hasta se puede cruzar. Siguiendo su curso, andamos cerca una zona de matorral. Es posible que haya cerdos sueltos por esta parte.

Pronto comenzamos una subida suave mientras describimos una amplia curva a la izquierda. Así llegamos a la Ermita de la Divina Pastora. El tercer fin de semana de mayo, los vecinos de Almadén de la Plata traen aquí el Simpecado de la Virgen y acampan en los alrededores del templo. Como observaremos, hay un amplio merendero un poco más allá.

El retorno lo realizaremos precisamente atravesando ese merendero. Al fondo, superamos el Arroyo de los Molinos por una pequeña vaguada que nos devolverá a las proximidades del Rivera del Cala. Ya sólo queda regresar al municipio melojero por el mismo trayecto que en la ida. Eso sí, esta vez será en subida.

En resumen, se trata de una excursión corta, de fácil orientación y de perfil suave. Es ideal, por tanto, para realizarla en familia y para introducir a los más pequeños al tesoro que tenemos en la Sierra Norte.