Etapa 4 del Camino Primitivo: Tineo - Colinas de Arriba | Se impone la soledad que busca el peregrino
A partir de Tineo, la ruta encara las jornadas más duras y solitarias, pero también las que se desarrollan en los parajes más bellos, con las montañas asturianas como escenario
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Ficha
Ruta lineal
Distancia: 21,75 km
Dificultad: Moderada
Inicio: Tineo
Final: Colinas de Arriba
Poblaciones que atraviesa: Obona (pasa a 800 m), Villaluz, Vega del Rey, Berrugoso, Campiello, El Fresno, El Espín, Borres, Samblismo y La Mortera.
Ascenso total: 576 m
Descenso total: 492 m
Naturaleza: 4/5
Descarga del track:Enlace a Wikiloc
El Camino Primitivo afronta a partir de Tineo las etapas más bonitas e identificativas. También son las más exigentes y solitarias, pero seguro que llenan de energía positiva a todo aquel que las recorra. Los parajes ganan en belleza, siempre muy bucólicos por los bosques y praderas que llenan las montañas asturianas. Todo esto con una soledad que va imponiéndose a cada paso que damos.
Los miradores de Tineo ya nos advirtieron de lo que estaba por venir y, sin duda, la actual etapa empieza a afrontar algunos ascensos interesantes. El trayecto, canónicamente, termina en Borres, pero se queda en algo más de 15 kilómetros. Es poco e implica alargar la próxima etapa, que es la más dura de todo el Camino Primitivo. En esta guía, vamos a terminar la jornada en Colinas de Arriba, a 21,7 km, para equilibrar así un poco las distancias y los esfuerzos.
Durante el recorrido, daremos con la importante bifurcación entre la variante por Pola de Allande y Hospitales antes de acabar. En esta guía recorreremos los primeros kilómetros del primer ramal, pero en la próxima etapa tomaremos una conexión que sube al trazado por los mencionados hospitales. Lo explicaremos con más detalle cuando llegue el momento.
Desde el albergue de Tineo, tomamos la calle que baja (carretera de San Roque) hasta la plaza donde está el ayuntamiento. La avenida del Conde de Camponanes dobla a la derecha justo ante la casa consistorial. Andamos unos metros por la avenida González Mayo para tomar a la derecha la calle La Fuente, que sube con fuerza. Nos despedimos de la localidad con un repecho es de unos 200 metros de longitud.
El carril mantiene el asfalto otro centenar de metros. Vira a la izquierda poco después de pasar la Fuente de San Juan, pero nosotros continuamos de frente por un sendero de tierra. Otro giro a la izquierda nos muestra el Mirador de Letizia, que ofrece una bonita vista de todo lo que acabamos de recorrer, con Tineo a nuestros pies y las montañas detrás. Si hemos salido temprano, es probable que las luces del amanecer tiñan toda la estampa de unos tonos preciosos.
Al poco del mirador, el sendero comienza ascender nuevamente mientras rodea la amplia falda del Pico Navariego, de 1016 metros de alto. No alcanzaremos esa cota, pero subiremos unos 200 metros de altitud en unos tres kilómetros. Nuestras piernas no sufrirán aquí excesivamente porque la cuesta es bastante progresiva. El punto más elevado, a 862 metros sobre el nivel del mar, lo alcanzamos en el Alto de la Guardia.
La bajada es algo más inclinada, pero no es de las que rompen. Descendemos 300 metros de altura en tres kilómetros por la Sierra de Cortina. Ya sin el cobijo de los árboles, el bonito sendero esquiva los picos Puliares y Piñanquinas hasta conectar con la carretera AS-350 en el Alto de Paratecha. Justo aquí, doblamos a la derecha y avanzamos por el asfalto unos 600 metros antes de abandonarlo por el lado izquierdo.
Continuamos bajando por el hermoso paraje llamado El Montecillo, siguiendo la ladera del Monte Cierru. Terminamos el descenso al llegar a una pista forestal, en la vaguada del Río Deina. Hay señales que recomiendan visitar el Monasterio de Obona o seguir un atajo. Para llegar al edificio monacal tendremos que ir a la derecha hasta el pueblo que está a unos 800 metros. Si no queremos verlo, el Camino Primitivo gira a la izquierda para avanzar por una ladera llena de castaños y robles.
Con mucha pendiente en el lateral derecho, surcamos el bosque de los parajes de Los Carriles y Los Cazotares. Entramos en la aldea de Villaluz, que salvo por su fuente, no tiene ningún servicio más. Al entrar en las casas, tomamos la calle que baja hasta la carretera TI-3. La seguimos hacia la derecha. Llevamos unos 11 kilómetros de etapa.
Mantendremos la calzada de la carretera durante cuatro kilómetros mientras surcamos un paisaje rural con abundancia de praderas y ganado. Pasamos las tranquilas aldeas de Vega del Rey y Berrugoso antes de entrar en Campiello, donde sí hay una venta y un albergue. Avanzamos un poco más por la TI-3: visitamos la población de El Fresno y, a la altura de El Espín, dejamos la calzada.
El recorrido vuelve a meterse por una zona apartada. En dos kilómetros está Borres, final de etapa para muchas guías, aunque nosotros proseguimos varios kilómetros más para colocarnos justo al pie de las montañas que vamos a superar en la próxima jornada.
Cruzamos Borres yendo a la Iglesia de Santa María para cruzar la carretera AS-219. Al otro lado, la calle describe un arco cerrado a la izquierda, rodeando unas casas, para salir del pueblo junto a una fuente. Nos aguarda un repecho: 120 metros de altitud en menos de un kilómetro y medio. Arriba, con el Pico del Cuerno a la nuestra derecha, veremos el mojón indicativo de la bifurcación que comentamos al principio: a la izquierda, hacia Pola de Allande; a la derecha, por Hospitales.
Vamos a tomar el camino de la izquierda. Bajamos un poco hasta entrar en Samblismo, aldea que cuenta con albergue. Cruzamos la carretera y enfilamos sin pérdida la única calle entre las casas. Nos aguarda otro bellísimo trayecto por la falda de una montaña. A la izquierda, avanza un bonito valle lleno de árboles. La próxima población es La Mortera, también muy pequeña. Transitamos por la calle más al sur hasta tomar una vaguada que atraviesa un río que tiene el mismo nombre que la aldea.
La señalización nos hace subir en los últimos kilómetros al arcén de la carretera AS-219. Así superamos el Reguero de Rioscuro para inmediatamente después acceder al pueblo de Colinas de Arriba, que cuenta con un albergue muy nuevo. Ponemos aquí fin a esta maravillosa etapa que nos ha mostrado la tranquilidad que alberga estos paisajes tan verdes.
En la meta, conviene informarse bien del tiempo que hará en la próxima jornada. Si la meteorología no es favorable y llueve mucho o hace niebla, habría que continuar hacia Porciles para proseguir por Pola de Allande, que es la alternativa más segura. Sin embargo, en esta guía vamos a conectar con la Ruta de Hospitales, que es mucho más interesante y espectacular al ir cresteando los cerros. Desde Colinas de Arriba sale un carril que asciende hasta retomar la variante que va por arriba y que describiremos en la próxima entrega.
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