Camino de Santiago desde Sevilla | Etapa 15 de la Vía de la Plata: Grimaldo-Carcaboso

Camino de Santiago

Bonito trayecto por una zona bastante bucólica hasta el pintoresco municipio amurallado de Galisteo. Una pena que los diez últimos kilómetros sean por asfalto.

La dehesa nos acompañará hasta Galisteo.
La dehesa nos acompañará hasta Galisteo. / Emilio J. De Los Santos

Ficha

Ruta lineal

Distancia: 30 Km

Dificultad: Moderada (mucha precaución con el calor)

Inicio: Grimaldo

Final: Carcaboso

Poblaciones que atraviesa: Riolobos (se alcanza por una variante más larga), Galisteo y Aldehuela del Jerte.

Naturaleza: 3/5

Cumplimos 15 días en la Vía de la Plata. Muy lejos quedan aquellos primeros kilómetros por Sevilla. Seguimos avanzando rumbo norte, en concreto por la parte septentrional de la provincia de Cáceres. El Sistema Central, que aproximadamente marca la mitad de esta variante del Camino de Santiago, se encuentra a tres jornadas bien largas.

La etapa entre Grimaldo y Carcaboso avanza por un bellísimo paraje lleno de alcornocales, ganado y algunos embalses de pequeño tamaño. Todo muy bucólico, especialmente en primavera. La naturaleza será la principal atracción hasta que lleguemos a la pintoresca localidad amurallada de Galisteo. Después... la cosa empeora: al final nos aguarda una carretera que se nos hará eterna. Los 30 kilómetros que vamos a andar no tienen un perfil demasiado complicado, aunque el tramo inicial por la dehesa es algo más quebrado con constantes subidas y bajadas cortas.

La primer aparte de esta etapa es muy bonita.
La primer aparte de esta etapa es muy bonita. / Emilio J. de los Santos

Al salir del albergue, seguimos la N-630 hacia la derecha. Pasamos el Castillo de Grimaldo y, a unos 400 metros, cruzamos para seguir el camino rural que sale por la izquierda. Tras una curva pasamos bajo el viaducto de la autovía A-66 y a los pocos metros tomamos el sendero que comienza a la derecha. Acabamos de reconectar con el Camino de Santiago.

El sendero, pese a ser muy estrecho, no tiene pérdida.
El sendero, pese a ser muy estrecho, no tiene pérdida. / Emilio J. de los Santos

El recorrido en este tramo no tiene complicaciones. Está bien señalizado y apenas hay margen de error para salirse de lo marcado durante los 8 kilómetros que hay hasta cancela con el desvío a Riolobos. Esta localidad cuenta con todos los servicios, pero la variante que parte a la izquierda rumbo a ella es 2 kilómetros más larga. Salvo necesidad extrema, lo recomendable es seguir de frente. Hay muchos carteles en este punto. No habrá problemas para elegir la opción que queramos.

Embalse del Arroyo El Boquerón del Rivero.
Embalse del Arroyo El Boquerón del Rivero. / Emilio J. de los Santos

A lo lejos veremos la bonita estampa del Embalse del Arroyo El Boquerón del Rivero. Nos acercaremos a su pared, pero cruzamos el curso de agua cerca de la carretera CC-29.3. Tomamos su arcén hacia la derecha y describimos una amplia curva. Nos salimos por el segundo carril que sale a la izquierda. Nuestro siguiente objetivo es cruzar el margen izquierdo del canal del Río Jerte. Sin más complicaciones, comenzaremos a serpentear por tierras de labranza con Galisteo ya en el horizonte.

Llegamos al municipio tras superar el Arroyo de las Monjas y superar una cuesta. Aquí hay otra variante que evita Galisteo. Tras pasar el arroyo antes mencionado, veremos unos bloques de granito de la Junta de Extremadura con un cartel informativo: se trata de un trazado que sigue una calzada romana hasta Carcaboso. Nos ahorra sólo un kilómetro de esta etapa, por lo que no merece mucho la pena.

Al fondo, Galisteo con su muralla.
Al fondo, Galisteo con su muralla. / Emilio J. de los Santos

Galisteo es para parar y hacer una breve visita. Es un pueblo muy pintoresco a orillas del Río Jerte con gran parte de sus casas dentro de un recinto amurallado bastante extenso de origen almohade. También llama la atención la torre del homenaje que domina el pueblo, llamada La Picota. El Camino accede al centro urbano por la Puerta de Santa María, próxima a la Parroquia de la Asunción. Posteriormente, busca la Plaza de España y sale por la calle Gabriel y Galán para volver a cruzar la muralla por la Puerta de la Villa. Nos despedimos del pueblo por la calle Huerto de los Olivos. Quien no quiera entrar en la localidad, puede seguir el perímetro amurallado por la Avenida del Puente Romano mientras va describiendo una amplia curva a la derecha.

Muralla almohade de Galisteo
Muralla almohade de Galisteo / Emilio J. de los Santos

Los dos caminos acaban llegando al Río Jerte. Lo superaremos por un bello puente medieval del siglo XVI, aunque curiosamente le dicen Puente Romano. A los pocos metros, nos incorporamos a la carretera EX-108 cerca de una glorieta. A continuación, pasamos bajo la autovía EX-A1 y en la siguiente rotonda salimos por la segunda salida a la derecha.

Puente romano sobre el río Jerte.
Puente romano sobre el río Jerte. / Emilio J. de los Santos

Y llegamos a la parte más fea de esta etapa. Nos aguardan unos 10 kilómetros por una carretera local sin arcén. Por suerte, suele tener poco tráfico, pero tampoco hay que confiarse ya que iremos muy expuestos. Dada la longitud de este trayecto, es muy probable que alcancemos esta zona con el día bastante avanzado y por tanto con mucha posibilidad de que el calor nos castigue aquí. Son 5 kilómetros hasta Aldehuela del Jerte, pequeño pueblo que transitaremos sin dejar la carretera. A la salida hay un supermercado, por si necesitamos algo.

Carcaboso cuenta con unas peculiares pinturas en sus calles.
Carcaboso cuenta con unas peculiares pinturas en sus calles. / Emilio J. de los Santos

Tras otros 5 kilómetros, acabamos llegando a la carretera EX-370, que nos introduce por fin en Carcaboso. No hay más remedio que pasar la noche aquí. Es una parada obligatoria ya que no pasaremos por más localidades hasta Aldeanueva del Camino, que está a 38,3 kilómetros.

Carcaboso es una localidad muy tranquila que ofrece al peregrino todo lo necesario. Podemos visitar la Iglesia de Santiago Apóstol, del siglo XVI, y una muestra de miliarios romanos que hay junto a ella. Por sus calles veremos unas curiosas pinturas sobre cine clásico con Charles Chaplin, el Gordo y el Flaco o escenas de películas como Los Pájaros. Se pintaron con motivo de las fiestas de su patrón, San Jovita. Sorprenden bastante porque algunas de ellas están muy bien integradas en las fachadas o el mobiliario urbano.

Miliarios romanos en Carcaboso.
Miliarios romanos en Carcaboso. / Emilio J. de los Santos

Hay que descansar bien, ya que la próxima etapa es una de las más duras de todo este Camino hasta Santiago.

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