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Camino de Santiago | Vía Arán-Pirineos, etapa 13: El Grado-Barbastro

Los Pirineos quedan atrás y nos internamos en el Somontano de Huesca. Acabamos en Barbastro, en la capital de la comarca

Etapa previa: Embalse de Barasona-El Grado

Consulta las etapas anteriores de la Vía Arán-Pirineos

Bajada al Barranco de Sacalás, uno de los parajes más bonitos de la etapa. / Emilio J. De Los Santos

Ficha

Ruta lineal

Distancia: 18 km.

Dificultad: Fácil

Inicio: El Grado (Barrio de Cinca)

Final: Barbastro

Poblaciones que atraviesa: Costean

Ascenso total: 415 m

Descenso total: 470 m

Naturaleza: 3/5

Nuestra ruta ya ha dejado atrás los Pirineos. ¡Hemos conseguido atravesar la cordillera de norte a sur! En las últimas dos jornadas nos aguarda el Somontano oscense. El término somontano significa "a pie de monte", por lo que vamos a ir por una comarca transitoria entre las montañas que acabamos de cruzar y el Valle del Ebro. Comenzaremos a ver amplios viñedos. No es de extrañar, pue esta zona tiene vinos con denominación de origen propia.

El GR-17 avanza en busca de la conexión con el Camino Catalán. Nos aguardan dos etapas, una de 18 y otra de 20 kilómetros, con una ciudad importante a la mitad: Barbastro, capital de la comarca.

Si miramos atrás al poco de salir, veremos los Pirineos al fondo, Torreciudad y el Embalse de El Grado / Emilio J. de los Santos

Arrancamos en el Barrio de Cinca, a las afueras de El Grado. Seguimos la carretera A-138 rumbo al sur hasta pasar la gasolinera y la tienda próximas. Entonces nos desviamos por el camino de la derecha para así superar el Barranco de Ariño. Iremos por una zona de campo de cultivo siempre en paralelo a la carretera, a unos metros. Si nos encontramos algún cruce, iremos de frente.

A los 3 kilómetros de marcha, el recorrido da un quiebro a izquierda y derecha para sortear el Barranco de Mazarico. Ahora vamos en busca de la carretera. Conectamos con la calzada para superar el Barranco de los Ariños (éste es en plural) por un pequeño puente. Volvemos a retirarnos de la A-138 para alcanzar una loma donde se ubica la sencilla Ermita de San Martín.

La Ermita de San Martín

Desde el templo, el camino inicia un ascenso por un recorrido al cobijo de más vegetación. Al llegar a la zona más elevada, veremos que hay unas barandillas de madera para ayudarnos a bajar. Cuidado en esta parte porque el suelo estará muy deteriorado por la erosión y las escorrentías de agua. El descenso no llega a un kilómetro.

El punto bajo lo marca el Barranco de la Salina, que lo atraviesa la pista de Enate. Yendo a la izquierda, la seguimos unos metros hasta la granja próxima. Buscamos la valla que delimita la instalación. Arriba, vemos unas tuberías. Subimos hacia ellas: es un sistema de canalización que recoge agua de una balsa próxima. Tendremos que agacharnos para pasar bajo las cañerías. El repecho inicial es intenso, pero después se suaviza.

Tránsito por la Sierra Las Forcas. / Emilio J. de los Santos

La cota más elevada de esta etapa la alcanzamos en la Sierra Las Forcas, a 532 metros de altura. Posiblemente sea la zona más natural y bonita de la jornada. Seguimos un sendero estrecho, con algunos tramos un tanto abruptos. Arriba del todo, conectamos con una pista muy ancha que describe una amplia curva. La seguimos de frente.

Empezamos a bajar, esta vez con mayor comodidad. Tendremos unas buenas vistas de la zona. Atención a las peculiares balconeras con cultivos. Es una forma de aprovechar el terreno para uso agrícola evitando los desniveles del terrenos.

Por las calles de Costean. / Emilio J. de los Santos

Tras pasar unas naves, la pista desemboca en una calle (calle Carretera). Así entramos en Costean, única localidad intermedia de la etapa... y sin servicios. La vía nos adentra esta alargada localidad. Al pasar una plaza, la calle Mártires nos enseña el ayuntamiento y, tras una curva abierta, llegamos a un punto donde el recorrido da un giro cerrado a la derecha. Bajamos al Barranco de Sacalás. Es un ligar interesante, pues nos metemos en un pequeño desfiladero con bastante vegetación.

El paisaje empieza a ser bastante monónono. / Emilio J. de los Santos

El tramo agradable dura poco. Otro giro a la derecha nos mete en una zona de campos de cultivos. Sólo rompe el monótono paisaje un pequeño collado antes de bajar al Barranco de Ariño de Cregenzán, donde confluyen varias pistas. Nuestro recorrido nos lleva precisamente por el camino más estrecho: efectivamente, por el que sube el cerro que vemos delante. Toca ascender al paraje de La Sierra.

Esa subida nos hace subir hasta La Sierra. / Emilio J. de los Santos

Puede parecer duro en los primeros metros, pero tras un quiebro se suaviza y se cobija bajo la sombra de los árboles. Desde arriba ya veremos Barbastro al fondo. Queda un kilómetro y medio para llegar a las afueras de la localidad.

Al salir de la arboleda, tomamos una amplia pista llamada Camino de Barbastro. En suave descenso y casi en línea recta, accedemos a un polígono industrial. Por las calles San Vicente de Paúl y Graus, alcanzamos la Plaza de San Francisco, ya en el centro de la capital del Somontano.

Catedral de Santa María de la Asunción / Emilio J. de los Santos

Barbastro tiene bastante que ver. Se trata de la primera ciudad que vemos en Huesca y la segunda del recorrido tras Viella. Pese a tener sólo 17.000 habitantes, es bastante animada. Es casi obligatorio recorrer su centro histórico y visitar la Catedral de Santa María de la Asunción del siglo XVI, el Palacio Episcopal o el Palacio de los Argensola.

Ya solo faltan 20 kilómetros para acabar esta variante del Camino de Santiago.

El perfil de la etapa 13.

Alojamientos

Berbegal es una localidad grande que cuenta con bastantes hostales. Como es habitual en esta ruta, no hay albergues.

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