Camino de Santiago desde Sevilla | Etapa 30 de la Vía de la Plata (Camino Sanabrés): A Gudiña-Laza
Posiblemente sea la etapa más espectacular de todo el recorrido. Atraviesa la Sierra Seca por un trayecto que avanza, en gran parte, por encima de los 1.000 metros de altura.
Ficha
Ruta lineal
Distancia: 34 Km
Dificultad: Difícil
Inicio: A Gudiña
Final: Laza
Poblaciones que atraviesa: A Venda do Espiño, A Venda da Teresa, A Venda da Capela, A Venda da Bolaño, Campobecerros, Portocamba, As Eiras
Naturaleza: 5/5
La jornada entre A Gudiña y Laza es dura y larga, pero es posiblemente la etapa más bonita del Camino Sanabrés, gracias a una vistas espectaculares y a que por fin se aparta de la carretera nacional y de la autovía. Son 34 kilómetros por un recorrido muy solitario que casi siempre va por encima de los 1.000 metros de altura sobre las colinas de la Sierra Seca (A Serra Seca). No hay subidas fuertes, aunque sí acumula muchas bajadas, especialmente al final. El desnivel negativo acumulado de la etapa supera el millar de metros.
La etapa se puede dividir en dos. La parada intermedia para ello es Campobecerros, a 19,6 km de A Gudiña y 14,4 de Laza. Disponemos todos los servicios en esta localidad.
Tenemos también una alternativa que transita por Verín y reconecta en la ciudad de Orense. Aunque es más llana, también es unos 26 km más larga e incrementa el número de jornadas. Casi siempre va siguiendo el eje de la N-525. Es la recomendación para los ciclistas, pero no para los peregrinos. En esta guía no se va a describir.
Tomamos como punto de partida la iglesia de San Martiño de A Gudiña. En la Plaza Mayor veremos el mojón que indica cómo ir por Verín (a la izquierda). Nosotros vamos a Laza, a la derecha. Entramos en la calle Cima da Aldea y rápidamente dejamos atrás la población.
El siguiente tramo es la parte de mayor soledad. El Camino Sanabrés despliega su esencia: senderos solitarios por un bello monte de verdes laderas. Sólo rompe este encanto de vez en cuando el trazado del tren, pero hasta esto nos maravillará. Las obras de ingeniería que atraviesan esta sierra también son imponentes con abundantes túneles y viaductos que parecen imposibles. Todo esto lo veremos desde arriba.
Los primeros 12,7 kilómetros son una sucesión de pistas y carreteras secundarias que encadenan curvas mientras siguen las onduladas lomas de la Sierra Seca. No hay complejidad en la señalización y siempre estará claro por dónde avanzar en el caso de los cruces. Visitaremos cuatro pequeñas aldeas: A Venda do Espiño, A Venda da Teresa, A Venda da Capela y A Venda da Bolaño. Algunos de estos núcleos albergaban las casas de los trabajadores de las líneas ferroviarias de la zona. A partir del segundo pueblo, el sendero empezará a ofrecer unas panorámicas maravillosas del Embalse das Portas. Tampoco nos podemos olvidar del columpio de Vilariño de Conso, el más alto de Galicia. Pasaremos por su lado al poco de dejar atrás A Venda da Capela.
Desde A Venda da Bolaño hasta Campobecerros restan 7 kilómetros aproximadamente, la mayor parte en un descenso acentuado. Ojo al llegar abajo porque tendremos que dar un giro muy pronunciado a la izquierda para acceder a la población. Esta localidad, históricamente punto en el que se asistía a los caminantes que atravesaban estos parajes, cuenta con hospedaje y bar. Podemos pernoctar aquí o simplemente descansar un poco antes de seguir hasta Laza.
A la salida del municipio, tomamos la tranquila carretera comarcal OU-114. Por su asfalto, superamos un cerro y llegamos a Portocamba tras 3 kilómetros de marcha. Seguimos sin salir del arcén y, en leve ascenso, coronamos el Alto de Camba. La Cruz do Milladoiro, dedicada a los peregrinos fallecidos, marca su cima.
Tomamos la pista de tierra que baja a la izquierda. Comienza el largo descenso de 9 kilómetros hasta el final de esta etapa. En los primeros compases, iremos viendo desde lejos el espectacular Viaducto de Teixeiras y, justo detrás, divisaremos a lo lejos el pueblo de Cerdedelo. La aldea de As Eiras, que sí atravesaremos, está a una hora aproximadamente de Portocamba. El camino, serpenteante siempre, continúa alternando zonas de bosque y matorral.
Tras unos 4,5 kilómetros, el camino nos saca de la pista que hemos ido siguiendo. Lo hace dando un quiebro brusco a la derecha a través de una arboleda. Así cruzamos el río Cereixo y justo después doblamos a la izquierda para llegar a Laza por la carretera OU-112.
Laza cuenta con un buen albergue (su llave hay que pedirla en la oficina de Protección Civil a la entrada del pueblo), varios bares y tiendas. En este municipio, son muy sonados sus carnavales, con el disfraz del peliqueiro como elemento más destacado: un traje típico con máscara y cencerros.
El Camino Sanabrés seguirá ofreciéndonos paisajes maravillosos en la próxima jornada, pero, sin duda, lo más reseñable de la siguiente etapa será el abundante patrimonio de Xunqueira de Ambía, donde haremos noche.
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