Ruta por los parques más verdes y mágicos de Sevilla para disfrutar de la naturaleza

Debido a las altas temperaturas que se alcanzan en verano, la ciudad de Sevilla cuenta con numerosas zonas verdes repartidas por todos los barrios de la capital. Sus calles suelen estar repletas de árboles como naranjos y palmeras que generan sombra y, por tanto, dan mayor frescor cuando el calor aprieta en los meses de julio y agosto.

Al igual que sucede en los parques y jardines de otros lugares del mundo, la hispalense cuenta con algunos espacios que tienen grandes extensiones de zonas verdes para pasar el día comiendo, leyendo, escuchando música o practicando algún deporte. Estos suelen estar frecuentados durante los fines de semana por decenas de familias y grupos de amigos que acuden allí para disfrutar de un poco de naturaleza y de la calma que se respira en estos lugares. Estos son los parques más extensos, frondosos y con más belleza de la ciudad:

Parque de María Luisa

El Parque de María Luisa es, posiblemente, el más emblemático de la capital. Ubicado junto a la Plaza de España, está formado por los jardines del Palacio de San Telmo, que en el año 1893 la Infanta María Luisa cedió a la ciudad. Estos se incorporaron al patrimonio urbano en 1911, tras una restauración y acondicionamiento para que tuviera lugar en ellos la Exposición Iberoamericana de 1929.

Se eligió para ello a Aníbal González como director de la parte arquitectónica de la exposición y a Jean-Claude Nicolás Forestier, paisajista francés, conservador del bosque de Boulogne en París, para las obras de jardinería. En la actualidad es una de las zonas verdes con mayor belleza de la ciudad.

Parque de Alamillo

El Parque del Alamillo está situado en la zona norte de la Isla de la Cartuja, colindante con el puente del Alamillo y con el Estadio Olímpico, por lo que se sitúa en la periferia de la ciudad. Cuenta con 120 hectáreas y se trata de un gran pulmón verde en el que se pueden realizar y disfrutar de numerosas actividades deportivas y de ocio al aire libre en contacto con la naturaleza. Esta zona fue recuperada con motivo de la Exposición Universal de 1992 y se acabó inaugurando como parque en el año 1993. Actualmente, es una zona muy popular y concurrida los fines de semana por los sevillanos y sevillanas.

Parque de los Príncipes

El Parque de los Príncipes se inauguró en Sevilla en abril de 1973 y debe su nombre a los entonces Príncipes de España, Don Juan Carlos y Doña Sofía, hoy reyes eméritos. Su apertura supuso una gran novedad para la ciudad, ya que se trataba del primer gran parque que se hacía desde el de María Luisa, muchos años atrás. De hecho, el de María Luisa fue el único espacio verde que hubo en la ciudad durante años, por lo que lo llamaban simplemente "el parque".

El Parque de los Príncipes respondía, con ello, a una nueva necesidad urbanística: la de dotar de zonas verdes a los nuevos barrios de la ciudad. Su diseño también supuso una novedad, ya que hasta entonces el concepto que se tenía de la jardinería era diferente, con plazas y setos muy cuidados, pero con falta de espacio en el que se pudiera sentar la población sobre el césped.

Parque de Miraflores

El Parque de Miraflores está situado en un área de gran tradición histórica en la que se asentaban dos huertas desde época romana, la de la Albarrana y la de Miraflores. Cuenta con 90 hectáreas de superficie, por lo que es una de las zonas verdes de mayor amplitud de todo el área metropolitana.

Este parque cuenta con suaves lomas, amplios paseos, una gran zona de huertos para los vecinos y vecinas y extensas zonas verdes, por lo que se ha convertido en uno de los más frecuentados de la ciudad.

Parque de Magallanes

El Parque de Magallanes corresponde al conjunto de Torre Sevilla, promovido por CaixaBank y surge con el objetivo de crear un nuevo espacio público ajardinado en esta zona de la ciudad. Cuenta con una extensión de 40.000 metros cuadrados y fue diseñado por el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra, respondiendo a criterios de paisajismo y sostenibilidad medioambientales. En su proyecto, Vázquez Consuegra quiso respetar los más de 200 árboles existentes que había en esta zona, a las que se sumaron casi 200 especies más.

Este es uno de los parques más frecuentados por quienes deciden estar un rato leyendo o descansando sobre el césped, ya que se encuentra muy cerca de la ciudad.

Jardines de Murillo

Del mismo modo que sucede con el Parque de María Luisa, el diseño de los Jardines de Murillo, una de las zonas con más belleza de la ciudad, responde a un estilo diferente al de parques como el Alamillo o Miraflores. Los Jardines de Murillo se encuentran junto al Barrio de Santa Cruz, colindando con el muro de los Reales Alcázares. Fueron diseñados por Juan Talavera y Heredia y entre sus espacios abiertos destaca la glorieta dedicada al pintor José García Ramos, o los dos ficus de gran tamaño que hay en una de sus entradas.