El restaurante Casa Moral de Los Palacios cumple 80 años de evolución en la cocina

Este mes de julio, uno de los referentes gastronómicos de la provincia de Sevilla se convierte en octogenario. El restaurante Casa Moral celebra que han pasado 80 años desde que sus puertas abrieran al público por primera vez.

Desde ese día hasta hoy, la familia Moral, fundadora y que en la actualidad sigue regentando el establecimiento, ha sabido siempre adaptarse a las necesidades y corrientes culinarias.

Historia del Restaurante Casa Moral

Fue el 28 de julio de 1939, en el número 29 de la Calle Real de Villafranca, en pleno casco histórico de Los Palacios, cuando el abuelo José Moral Páez abrió una bodega en la que pisaba la uva de su propia cosecha y vendía el vino que se elaboraba.

Más tarde, comenzó a elaborar y ofrecer algunos guisos típicos del pueblo de Los Palacios elaborados de manera artesanal siguiendo la tradición de la familia. Es a principios de los 70, cuando su hijo, José Moral Algarín, convirtió la taberna y el despacho de vinos en un bar de tapas y cervezas.

En la actualidad, cuentan con más de 5.000 metros cuadrados, 11 comedores y diferentes terrazas donde celebrar todo tipo de encuentros, bodas y eventos.

José Antonio Moral reinterpreta con delicadeza en sus fogones el tradicional recetario de la cocina andaluza, consiguiendo una cocina creativa de cuidadosa evolución.

120 referencias de vinos y bodega propia

Con el paso de los años su apuesta se ha ido adaptando a los nuevos tiempos y demandas gastronómicas, aunque sin perder su esencia basada en un respeto a los productos de calidad e innovando en las formas. Para ello, habitualmente, introduce nuevos platos y sus menús se modifican dos veces al año, también disponen de su carta de postres con 20 creaciones propias, más de 120 referencias de vinos y especialidades de tés y puros.

Además del restaurante de Los Palacios, base principal del negocio, la familia Moral cuenta con una finca y bodega ubicada en Almonaster La Real, donde elaboran sus propios vinos tintos y blancos.

En definitiva, alberga todos los ingredientes para ser un referente y una apuesta por el producto local de calidad con sabor 100% natural. Un símbolo de la gastronomía palaciega y un ejemplo a seguir por el sector gastronómico de nuestra provincia.