Las cuatro reglas básicas para evitar ahogamientos
Verano-Playas y Piscinas
Andalucía, que en 2017 registró 74 ahogamientos, es la segunda comunidad española con más fallecidos por esta causa
Aunque muchas piscinas públicas y privadas llevan abiertas días y los hay que ya han disfrutado de la playa, ahora más que nunca conviene hacer foco en la prevención de ahogamientos para garantizar un verano de diversión en el agua. Según el último Informe Nacional de Ahogamientos, elaborado por la Real Federación de Salvamento y Socorrismo, en 2017 se registraron un total de 481 fallecimientos por esta causa en playas y piscinas, un 10% más que en el año anterior. Julio fue el mes que registró más fallecimientos por ahogamiento, y Andalucía fue la segunda autonomía con el mayor número de ahogamientos, por detrás de Canarias, con un total de 74 fallecidos por esta causa, suponiendo un 15,4% de los accidentados a nivel nacional.
Además, el primer informe anual de ahogamientos de menores reflejó que cuatro de cada cinco menores fallecieron por esta causa en un entorno no vigilado, principalmente piscinas particulares.
Actualmente, el ahogamiento está considerado en Europa como una de las principales causas de muerte accidental en menores. Para evitar este tipo de accidentes infantiles, Meridiano Seguros, aporta las claves para evitar estos desafortunados accidentes y así disfrutar del baño en playas y piscinas.
Contar con la supervisión continua de un adulto
No ausentarse cuando los menores están en la playa o en la piscina es esencial para evitar ahogamientos. Es importante prestar plena atención, evitar distracciones y encontrarse en una posición cercana pudiendo alcanzar al niño con el brazo. La denominada norma 10/20, en la que se debe mirar cada 10 segundos a la piscina y mantener una distancia que te permita llegar hasta donde está el menor con el brazo en menos de 20 segundos. Esta técnica, puede salvar la vida del menor.
Proteger la piscina con elementos de seguridad
Contar con medidas de seguridad adaptadas a la piscina puede evitar accidentes de gravedad como ahogamientos. El niño no debe poder llegar al agua por sí solo, por lo que el medio acuático deberá contar con suficientes medidas de protección. Las vallas perimetrales, con una altura mínima de 1,20 metros desde el suelo, y las puertas con cierre de seguridad automático son medidas básicas para instalar en las piscinas familiares.
Disponer de los adecuados accesorios de flotación
Es preferible que el menor que no sabe nadar lleve chaleco salvavidas, un elemento mucho más seguro que los manguitos o flotadores. Con él, el niño tendrá mayor libertad de movimiento y una buena flotabilidad.
Dominar la maniobra RCP
Es crucial que los adultos dominen las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP). Este conjunto de maniobras, diferentes según el rango de edad del menor, son vitales durante los primeros minutos de la parada cardiorrespiratoria y pueden realizarse en cualquier lugar. Exista o no este conocimiento, será siempre esencial llamar al teléfono de emergencias lo antes posible.
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