Como sevillana, estos son los recuerdos que compraría en una visita a Sevilla

Sevilla es una de las ciudades de España que más turistas recibe al año, junto con Madrid, Málaga o Barcelona, entre otras. Durante la visita de personas que llegan a la hispalense tanto de otras ciudades como de fuera del país, una de las dudas que se suelen plantear en estos viajes es qué recuerdo o regalo comprar que sea típico de Sevilla.

Más allá de los populares imanes o llaveros, hay algunos productos que solo se hacen en Sevilla y a los que se les puede dar uso tras el viaje. Estos son los regalos que, como sevillana, llevaría a alguien que vive fuera o recomendaría comprar si estás de visita en mi ciudad y que además se pueden adquirir en comercio local:

Dulces típicos

En la provincia de Sevilla hay multitud de dulces que son típicos de cada zona, como los mostachones de Utrera, la torta inglesa de Carmona, las de Inés Rosales, de Castilleja de la Cuesta o las Yemas de Écija. Sin embargo, si estás de visita por la capital es posible que encontrar estos productos no sea tan sencillo.

Una buena opción para comprar dulces típicos por el centro es hacerlo en algún convento de monjas, como sucede en el de San Leandro, donde son famosas sus yemas, con una receta secreta que nadie ha conseguido igualar. Si en lugar de esto se prefiere adquirir un surtido preparado en una caja de lata, hay opciones de este tipo en la cafetería La Campana, donde no solo se disfrutará de los dulces sino del envase, que suele tener imágenes de Sevilla. Sin duda es la opción más completa si se quiere hacer un regalo.

Y si, aun así, se quiere valorar otra posibilidad, en la calle Cuna se encuentra la tienda de la Colchona, con dulces típicos de Estepa que no dejan indiferente a nadie. Si lo que se prefiere es llevar una bandeja más sencilla de dulces variados de cualquier confitería, son buenas opciones los pestiños, las torrijas, las milhojas o los roscos de azúcar.

Abanico pintado a mano

De todos los regalos que se pueden hacer propios de Sevilla este es uno de los más elegantes y auténticos, aunque su coste es, más elevado que la opción de los dulces. Hay multitud de lugares en la ciudad en los que venden abanicos pintados a mano, pero hay una tienda especialmente famosa en la calle Sierpes que se llama Diza-Dizal-Zadi. En este lugar se pueden encontrar piezas únicas por menos de 20 euros. Además, sus dependientes, con mucha experiencia, asesoran a todo el que lo necesite. De todos los regalos que se pueden hacer de Sevilla por un precio razonable, este es uno de los que se hace más especial.

Cerámica de Triana o La Cartuja

Sevilla es una ciudad con una larga e importante tradición alfarera. En ella hay dos tipos de cerámica muy famosos: la de Triana y la de la Cartuja de Sevilla. Son de estilos muy diferentes, pero cualquiera de las dos tiene opciones muy interesantes para llevar como recuerdo.

Una taza y un plato, una jarra, una bandeja e incluso una maceta son una opción muy especial para regalar algo propio y exclusivo de la ciudad. En la calle Callao, en el barrio de Triana, se pueden adquirir piezas cerámicas muy diversas y con un amplio abanico de precios. También hay una tienda con diferentes cerámicas en la calle Sierpes que se llama Cerámicas Sevilla 1952.

Perfume de Agua de Sevilla

Dicen que Sevilla huele a azahar y no es de extrañar, por eso una de las ciudades que más naranjos tiene. Los musulmanes los instalaban para que se creara un aroma agradable entre sus calles. En consecuencia, hay dos perfumes que han tratado de recoger este inconfundible olor en sus frascos. Estos son Agua de Sevilla y Agua de Naranjos de Sevilla. Ambas opciones son perfectas para un buen regalo en el que se quiera gastar algo más de dinero.

Mantón bordado a mano

A pesar de que los mantones de manila son piezas que no todo el mundo se puede permitir (pueden llegar a costar hasta 1.000 euros) no hay regalo más especial que este, aunque también se trata de una prenda muy personal. Los hay de diferentes estilos y colores aunque uno de los más tradicionales es el de seda negra con motivos florales en tonos rojos. Una tienda de acierto seguro para adquirir una de estas piezas es Foronda, en la calle Sierpes, Sagasta y en la Plaza de Virgen de los Reyes.

Otros productos

Además de estos dulces, abanicos y mantones, hay muchos otros productos que son propios de Sevilla y que son mucho más asequibles. Para quienes quieran conocer qué vino es típico de aquí, o qué aperitivo aquí dejamos algunas opciones más:

Un libro sobre la ciudad

Hay algunas librerías independientes como La Librería Ambulante, Casa Tomada o la Librería Boteros, en los que se puede pedir algún libro sobre el callejero de la ciudad o que esté ambientado en Sevilla. Algunos de estos son El asesino de la regañá, de Julio Muñoz (Rancio) o Sevilla y la casita de las pirañas, de Nazario Luque.

Aceitunas Gordales

La aceituna gordal es una aceituna de mesa cuyo cultivo se lleva a cabo, sobre todo, en Sevilla. Como aceituna de mesa, es enormemente apreciada no solo por su tamaño sino por su intenso sabor. Se suelen vender en botes de gran tamaño que normalmente es más fácil comprar en los pueblos del Aljarafe.

Piñonate

Es un dulce típico de las ferias que se hace a base de piñones y caramelo. En la actualidad se han creado nuevas versiones con diferentes frutos secos como las almendras o los pistachos. En Sevilla hay una tienda en la que los hacen al momento en la calle Susona.

Manteca colorá

La manteca de lomo o manteca colorá es una manteca con pimentón que tiene la particularidad de tener trozos de carne. Tiene un gran sabor pero es bastante grasa, por lo que no es del agrado de todo el mundo. Se puede adquirir un tarro en el mercado de las Setas de la Encarnación.

Regañá

Aunque se vean en multitud de supermercados en la actualidad, las regañás de Sevilla no tienen nada que ver con las que se encuentran en estas bolsas. Y es que en la hispalense las regañás son ovaladas y de gran tamaño (unos 40 centímetros de diámetro). Su sabor es parecido al de los picos de pan y se pueden comprar en cualquier freiduría, panadería e incluso churrería de la ciudad.

Mosto

El mosto es propio de cualquier lugar en el que haya uvas. Lo que ocurre es que en Sevilla el mosto se deja fermentando ms tiempo y, en consecuencia, tiene alcohol. Se puede comprar en torno al último fin de semana de octubre, que es cuando salen las primeras botellas. Es más fácil adquirirlo en pueblos del Aljarafe pero una vez que pasa el otoño es mejor no hacerse con una botella de mosto porque puede estar pasado. Para quienes estén por Sevilla, ahora es el momento perfecto para degustarlo.