El puente de Triana de Sevilla tenía un gemelo en París
El Pont du Carrousel sobre el río Sena era prácticamente idéntico al icónico puente sevillano hasta su reforma en 1930
El día que en el Puente de Triana tuvo lugar una de las batallas más importantes de la historia de España
El emblemático puente de Triana, uno de los símbolos más reconocibles de Sevilla, tenía un sorprendente gemelo en la capital francesa hasta hace casi un siglo. Se trata del Pont du Carrousel o puente del Carrousel, que cruza el río Sena conectando los distritos primero y séptimo de París. A pesar de las diferencias actuales, ambas estructuras compartían un diseño casi idéntico que las hacía prácticamente indistinguibles.
La construcción del puente parisino comenzó en 1831 bajo la dirección del ingeniero Antoine-Rémy Polonceau, siendo inaugurado tres años después. Aunque ha sido objeto de varias reformas a lo largo de su historia, la estructura original de aros metálicos que evocaba al puente de Triana se mantuvo intacta hasta 1930. Fue en ese año cuando se eliminaron estos elementos tan característicos, dando lugar a la apariencia actual del Pont du Carrousel.
El puente de Isabel II, corazón de Triana
Mientras tanto, el puente de Triana, oficialmente denominado puente de Isabel II en honor a la reina que ordenó su construcción, se ha convertido en un icono indiscutible de la ciudad hispalense. Inaugurado en 1852, este puente metálico de 149 metros de longitud y tres vanos es la principal vía de acceso al popular barrio de Triana, núcleo de la identidad y la cultura sevillanas.
Los llamativos aros de hierro que adornan su estructura se han convertido en un símbolo inconfundible, haciendo del puente de Triana una de las imágenes más representativas de Sevilla. Además de su valor estético y sentimental para los sevillanos, esta infraestructura desempeña un papel fundamental en la vida diaria de la ciudad, siendo testigo del bullicio de la Velá de Santa Ana y del fervor de la Semana Santa trianera.
Un vínculo inesperado entre Sevilla y París
La existencia de un "gemelo" del puente de Triana en París pone de manifiesto los lazos históricos y culturales que unen a estas dos icónicas ciudades europeas. Aunque el Pont du Carrousel haya perdido su parecido con el puente sevillano tras las reformas, su pasado compartido sigue siendo un testimonio de la influencia y el intercambio de ideas entre diferentes países y culturas.
Este descubrimiento invita a reflexionar sobre la riqueza patrimonial que atesoran nuestras ciudades y la importancia de preservar y difundir estos tesoros arquitectónicos. Tanto el puente de Triana como el Pont du Carrousel son mucho más que simples vías de comunicación; son símbolos de la historia, la identidad y el espíritu de las comunidades que los han hecho suyos a lo largo del tiempo.
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