¿Sabías que el puente de Triana tenía un gemelo en París?
Se trata del Pont du Carrousel, o puente del Carrousel, que cruza el río Sena conectando los distritos primero y séptimo de la icónica capital gala
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El barrio de Triana, ubicado en las inmediaciones del centro de Sevilla, es para muchos de sus habitantes un espacio casi independiente al resto de la capital hispalense por ser un núcleo caracterizado por un estilo de vida, una identidad y una historia únicos.
Esto también se debe a que dentro de Triana se encuentra una parte indispensable de la oferta gastronómica de la ciudad, además de algunos de los elementos arquitectónicos y culturales más importantes, tanto a ojos de los sevillanos como desde la perspectiva de los turistas que quedan fascinados, de la ciudad.
Aunque pueda parecer que estos factores son más que suficientes para demostrar que no hay dos barrios como este, ni siquiera son la superficie de todo lo que Triana tiene para ofrecer, puesto que también desempeña un papel protagonista en la Semana Santa sevillana, siendo el hogar de la Esperanza de Triana, e incluso tiene unas fiestas famosas en toda la ciudad, la Velá de Santa Ana, donde disfrutar del mejor ambiente acompañados de la brisa del Guadalquivir.
En definitiva, es indiscutible que Sevilla no sería lo mismo sin Triana y los trianeros.
Ahora bien, la estructura que nos da acceso a este famoso barrio, conocida como puente de Triana, a pesar de ser digna de su papel también protagonista por sus impresionantes características, no puede (o más bien, podía) gozar de este estatus de inimitable, dado que existe un puente prácticamente idéntico, sin ir más lejos, en la capital de Francia, país vecino también conocido en todo el globo. Se trata del Pont du Carrousel o puente del Carrousel, que podemos ver en esta imagen:
Tras observar de manera superficial este reconocido puente, no resulta demasiado similar a nuestro querido puente de Triana, dada la ausencia de los característicos aros de hierro que lo hacen inconfundible.
Polonceau comenzó a construir el puente parisino en 1831, inaugurándose a los tres años y, a pesar de varias reformas, la estructura de aros que nos recuerda al Puente de Isabel II de Sevilla sobrevivió hasta el 1930.
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