Los pueblos de Sevilla con nombres más peculiares

El Cuervo, Las Cabezas, El Rubio... Sevilla cuenta con algunos pueblos con nombres muy llamativos.

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El municipio de El Cuervo  donde ocurrieron los hechos.
Imagen de archivo / Miguel Ángel González

Sevilla cuenta, en toda su provincia, con 106 pueblos repartidos en diferentes comarcas que colindan con Córdoba, Huelva, Cádiz y Badajoz. Todos ellos tienen, tras de sí, una interesante y larga historia. Sin embargo hay algunos que además de esto, destacan por lo peculiar de sus nombres, cuyos orígenes están en ocasiones ligados a su pasado árabe o romano. Aquí tienes una lista con 10 de los pueblos con denominaciones más llamativas de Sevilla:

Tocina

Tocina se enclava en la comarca de la Vega del Guadalquivir, a 37 kilómetros de la capital sevillana, y cuenta con una población aproximada de 10.000 habitantes. El gentilicio de este pueblo sevillano es tocinense y aunque no se conoce con exactitud cuál es el origen de su nombre, se piensa que data de la época romana.

Son varios investigadores de la Universidad de Sevilla los que han asociado el término a su denominación latina "Tusciana". La documentación más primitiva en la que aparece este nombre parte de unos escritos árabes en los que daban denominaciones similares a una alquería que se ubicaba donde está actualmente el municipio de Tocina. No obstante, aunque no haya textos anteriores donde hagan mención a esta zona, son numerosos los estudios que indican que su origen está en la época romana.

Pilas

Pilas es el último pueblo de la comarca del Aljarafe y el que colinda con la provincia de Huelva. Su gentilicio es pileño y pileña y cuenta con una población de 14.000 habitantes, aproximadamente. Los primeros asentamientos humanos conocidos en esta zona datan de la época celtí­bera. Durante la época romana fue también un lugar de asentamiento que pertenecí­a al Convento Jurí­dico Hispalense y no se conocería con el nombre de "Pilias" hasta el periodo de Al-Ándalus, ya que fue una zona de alquerí­as pequeñas musulmanas.

Tras la conquista cristiana, en la segunda mitad del siglo XIII Alfonso X le cambia el nombre por el de Torre del Rey y en el siglo XI, el rey Juan II de Castilla concedería el terreno de pastos a la villa en el término municipal de Aznalcázar, debido a la importancia de su ganaderí­a. Al ser un lugar de paso hacia Mures (Villamanrique), Omnius (Hinojos) y Aznalcázar, hizo que se construyeran abrevaderos o "pilas" para el ganado. De ahí que se le acabara otorgando este nombre al municipio.

Paradas

El municipio de Paradas se encuentra en la zona de La Campiña sevillana. Cuenta con una población de alrededor de 7000 habitantes. Sus gentilicios son paradeño o paradense y por su privileguada ubicación, entre las cuencas de los ríos Corbones y Guadaíra, fue habitada desde los romanos, aunque su fundación como villa tuvo lugar en el siglo XV.

Desde su Ayuntamiento detallan que, por algunas de las inscripciones encontradas, se cree que en su actual ubicación existía un poblado romano denominado Calla aunque otras tesis apuntan a que a causa de que transcurría por allí la calzada romana se construyeron en el transcurso casas independientes. Ademñas afirman que apenas hay restos de la época musulmana y solo queda una muralla y los restos de varios silos. Antes de denominarse Paradas esta zona fue conocida como Pardish.

El Rubio

El Rubio está enclavado en la zona de la Sierra Sur de Sevilla. Cuenta con una población de alrededor de 4.000 habitantes y su gentilicio es rubeño y rubeña. Su origen puede venir de la época romana, de una finca llamada Fundus Rubeus y que en el periodo visigodo se transformaría en el nombre actual de El Rubio.

El Rubio fue antaño un punto estratégico que unía dos grandes ciudades romanas: Astigi y Ostippo y sirvió para regular el tráfico del comercio entre lo que hoy son las localidades de Écija y Estepa. Por ese motivo, se le ha conocido como el cruce de caminos entre la Campiña y la Sierra Sur. Antaño esta zona fue una cortijada perteneciente al ducado de Osuna, hasta que en el siglo XIX en que se constituye como municipio independiente.

Cabezas de San Juan

Este municipio de más de 16.000 habitantes se encuentra en la comarca del Bajo Guadalquivir. A sus vecinos se les conoce como cabeceños e históricamente ha sido un municipio decisivo en la historia de España ya que en él fue donde se proclamó la Constitución de 1812, conocida como La Pepa.

Su nombre actual se cree que hace referencia los distintos cerros o “cabezos” sobre los que se asienta la localidad. Con el paso del tiempo se feminizó, convirtiéndose en Cabezas. Su segundo nombre procede de ser entregada la localidad, para su guarda y custodia, a la Orden de San Juan en el siglo XIII por Fernando III, como agradecimiento por su importante e imprescindible papel durante la Reconquista, entre los años 1250 y 1255.

El Cuervo

El Cuervo se sitúa en la comarca del Bajo Guadalquivir, próximo a la provincia de Cádiz. Cuenta con una población de cerca de 9.000 habitantes, que son conocidos como cuerveñas y cuerveños. El Cuervo de Sevilla, como municipio independiente, nace al 19 de Diciembre de 1992 tras un movimiento popular que luchó por su segregación del núcleo principal, Lebrija. Por los vestigios encontrados en sus alrededores se considera que desde el Paleolítico hubo asentamientos en la zona. A 3 kilómetros de la actual localidad pasaba la histórica calzada romana 'Vía Augusta, llamada también Vía Hercúlea que unía a Roma con Cádiz.

En la Edad Media ya era conocido este núcleo de población como El Cuervo ya que hay constancia de que Alfonso X El Sabio lo nombra de esta manera en el repartimiento de tierras, en el año 1274.

No se conoce con exactitud el porqué de su nombre pero hay varias teorías, algunas basadas más bien en leyendas, que tratan de explicarlo. De esta forma se ha defendido que el término proviene del apodo que recibía un bandolero de la zona, del nombre de una venta (Venta del Cuervo) cuyo dueño solía llevar este ave sobre sobre su hombro, o del conde del Cuervo, a quien se le entregaron sus tierras. También se ha llegado a pensar que se podía llamar así porque había abundancia de cuervos en la zona pero lo cierto es que no se conoce a ciencia cuerta cuál es su origen.

Herrera

Herrera se encuentra en la zona de la Sierra Sur de Sevilla y cuenta con una población aproximada de 7000 habitantes, cuyo gentilicio es herrereño. El origen de su nombre es dudoso, aunque es posible que derive de un lugar llamado "Las Herrerí­as", aludiendo a la existencia de minas de hierro que había en la zona.  En su escudo hay diferentes inscripciones latinas que así lo demuestran: Populus (pueblo), Natus (nacido), Ignique (del fuego) y Ferro (y del hierro).

Los yacimientos arqueológicos encontrados revelan la existencia de asentamientos humanos desde la Edad de Bronce Final y también de poblamientos iberos.

El Madroño

El Madroño es, posiblemente, la localidad más pequeña de Sevilla, con apenas 300 habitantes. Se encuentra en la zona del Corredor de la Plata, colindando con la provincia de Huelva. Sus gentilicios son madroñero y madroñera y su nombre proviene de la gran cantidad de madroños que habí­a en el lugar donde se inicia el primitivo asentamiento. 

Hasta el año 1921 perteneció al municipio de El Castillo de Las Guardas. En este año se constituyó en municipio independiente. De él dependen las aldeas de El Alamo, Juan Antón, Juan Gallego y Villagordo. 

Olivares

Olivares se ubica en la comarca del Aljarafe, en dirección a la provincia de Huelva, y es un municipio con una amplia trayectoria histórica. Con una población de casi 10.000 habitantes, sus vecinos son conocidos como olivareños. Originalmente, donde en la actualidad se encuentra el municipio se fundó una villa romana llamada Estercolines o Estercolinas. 

En 1356 estos terrenos figuran como propiedad de Álvaro Pérez de Guzmán con el nombre de Estercolinas. Su cuarto hijo, Pedro de Guzmán, fue nombrado conde de Olivares y tras un pleito con su hermano, Juan Alonso de Guzmán, fundó su mayorazgo en Estercolinas, y cambió el nombre al lugar por Olivares. Durante el reinado de Felipe IV adquirió gran importancia gracias a Gaspar de Guzmán, Conde-Duque de Olivares y valido del rey.

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