El pueblo de Sevilla que pasa desapercibido y que esconde un gran tesoro natural

Sevilla cuenta con más de 100 pueblos en su provincia. Algunos de ellos se ubican muy cerca de la capital, como los que se encuentran en la comarca del Aljarafe, y otros están algo más alejados, en zonas como la Sierra Norte o la Campiña, cuyos paisajes se entremezclan con ríos y cascadas, en el primer caso, o con extensas zonas de cultivo, en el segundo. De entre todos los pueblos que conforman la provincia de Sevilla hay uno de ellos que no es lugar de paso de las principales ruta turísticas, pero que cuenta con un monumento natural de gran importancia.

Se trata de Coripe, una localidad ubicada en la Sierra Sur sevillana, a unos 77 kilómetros de la capital, que limita con la provincia de Cádiz y que cuenta con una población de poco más de 1000 habitantes. En el paisaje que rodea este pueblo se encuentran tierras de labor dedicadas al cultivo de cereales, herbáceos y olivos.

Los orígenes de Coripe

Los orígenes de este pueblo se remontan al siglo VI a. C., cuando los túrdulos, herederos directos del pueblo tartésico, fundaron un núcleo al que llamarían Iripo. Más tarde, los romanos lo bautizarían como Corippo y de ahí evolucionó a su nombre actual. En época de Al Ándalus Coripe fue zona fronteriza entre el reino de Granada y los cristianos, de ahí que se observen hoy los cimientos de una torre defensiva de la época. Tras la conquista cristiana, Coripe pasó a depender de Morón de la Frontera. 

A mediados del siglo XVIII surge el actual Coripe, un poco más al sur que el primitivo. A finales del siglo pasado se independiza y acaba constituyendo su propio Ayuntamiento, de unos 1.200 habitantes. El mayor atractivo de Coripe es su entorno natural. Un enclave ideal para desconectar y disfrutar del turismo rural en el que se encuentra uno de los mayores atractivos naturales de la provincia: el Chaparro de la Vega.

El Chaparro de la Vega

El Chaparro de la Vega es un ejemplar de encina de más de 200 años y de grandes dimensiones (13 m de altura y 30 de diámetro), que la convierten en la más longeva de la provincia de Sevilla.

Sus sobresalientes dimensiones hacen de este ejemplar una clara referencia para los lugareños que lo han hecho testigo de su vida cotidiana. Bajo su sombra, se desarrollan diversas actividades como la Romería de Fátima a mediados del mes de mayo y otros eventos relacionados con la educación ambiental. El 23 de noviembre de 2001 fue declarado Monumento Natural por la Junta de Andalucía.

Coripe es uno de esos pueblos que pasan desapercibidos entre los muchos que se han convertido en destino turístico en Sevilla. Sin embargo, esta pequeña localidad permite pasear por su centro y sus blancas calles mientras se disfruta de la calma de su entorno y de lugares como la Vía Verde de la Sierra, uno de los grandes atractivos de la localidad. Además de esta, también se pueden visitar el Peñón de Zaframagón y la Iglesia de San Pedro.