La primera luna llena de 2025 tendrá lugar el 13 de enero: dónde verla desde Sevilla
La primera luna llena del año alcanzará su plenitud el lunes, 13 de enero, a las 23:27 horas
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La primera luna llena de 2025, conocida como Luna del Lobo, alcanzará su plenitud hoy mismo, 13 de enero, a las 23:27 horas de España. Este espectáculo, cargado de historia, promete ser uno de los más bellos para los amantes de la astronomía que disfruten con la observación del cielo nocturno.
La Luna del Lobo estará en su máxima plenitud a la hora citada en la constelación de Cáncer y será visible hasta la madrugada del día siguiente, con una iluminación que irá descenciendo progresivamente según pasen los días 13 y 14 de enero.
Por qué Luna del Lobo
El nombre de Luna del Lobo proviene de los pueblos nativos de América del Norte, ya que era una luna que se asociaba con los aullidos de los lobos durante las heladas noches de enero. En este momento del año los lobos buscan comida activamente, de ahí que produzcan estos llamativos aullidos. Aunque no hay evidencia científica de que dichos mamíferos se agiten más durante la luna llena, existen muchas leyendas que los asocian con el cuerpo celeste. En culturas europeas, esta luna también era conocida como Luna tranquila o Luna serena, destacando la calma que acompaña a esta época del año.
Los nombres tradicionales de las lunas llenas se originaron como una peculiar forma de marcar el tiempo y las estaciones, puesto que cada una se suele asociar con una época del año. Existen doce denominaciones populares de las lunas llenas: la del lobo (enero), la de la nieve (febrero), la del gusano (marzo), la rosa (abril), la de las flores (mayo), la de fresa (junio), la del ciervo (julio), la del esturión (agosto), la de cosecha (septiembre), la del cazador (octubre), la del castor (noviembre) y la fría (diciembre).
Dónde verla en Sevilla
Sevilla es una ciudad con una notoria contaminación lumínica. No obstante, este espectáculo astronómico es uno de los pocos que se pueden visualizar desde cualquier punto de la provincia, incluyendo la capital. Existen varias zonas tanto en la hispalense como en los pueblos de alrededor o un poco más alejados donde se podrá disfrutar de este fenómeno.
Pantalanes del Río Guadalquivir
Algo alejados de los edificios con cierta altura que hay en el centro de Sevilla se encuentran los pantalanes del río Guadalquivir, que además suelen estar en zonas más oscuras y desde los que se podrá disfrutar no solo de la luna sino de las vistas del propio río.
Mirador de Santa Brígida
En el municipio sevillano de Camas se encuentra este mirador en el que antiguamente había una ermita con el mismo nombre. Desde él, gracias a su altura, hay buenas vistas del horizonte, en el que se encuentra la ciudad. Se puede acceder a través de un camino desde el barrio Jardín de Atalaya. Con vistas similares se encuentran los barrios de Coca de la Piñera, de Camas, o del Monumento, en San Juan de Aznalfarache.
Sierra Norte de Sevilla
Uno de los mejores lugares para la observación del cielo nocturno es la Sierra Norte, en cuya comarca hay varios municipios que son Reservas Starlight. De hecho, Sierra Morena es la Reserva y el Destino Turístico Starlight más grande del mundo, con una extensión de más de 400.000 hectáreas a lo largo de 57 municipios que pasan por seis parque naturales.
Los pueblos sevillanos en los que mejor se puede ver el firmamento y que se extienden a lo largo de la Sierra Norte son: Alanís de la Sierra, Almadén de la Plata, Cazalla de la Sierra, Guadalcanal, las Navas de la Concepción, Constantina, El Pedroso, La Puebla de los Infantes, El Real de la Jara y San Nicolás del Puerto.
Según el Instituto Geográfico Nacional (IGN), el plenilunio (luna llena) ocurre cuando las longitudes geocéntricas de la Luna y el Sol difieren en 180º, lo que permite que la luz del Sol ilumine completamente la cara visible de la Luna. Este fenómeno marca, además, el comienzo de un nuevo ciclo lunar que continuará en febrero con la conocida Luna de Nieve.
Para disfrutar de este tipo de fenómenos es aconsejable acudir a zonas con poca contamincación lumínica y en la que no haya árboles y edificios que puedan dificultar la visibilidad de la luna.
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