¿Siempre ha habido caballos en la feria de Sevilla?
El origen de la Feria de Sevilla está ligado al de la presencia de caballos en el recinto pero hubo un momento histórico en el que no hubo ni siquiera uno por el Real.
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No es extraño pensar que debido al origen de la Feria de Abril de Sevilla, una feria ganadera, la tradición de que en ella haya caballos se haya mantenido. Sin embargo, en los últimos años esta cuestión está siendo objeto de debate como consecuencia de varios altercados con estos animales (algunos de ellos graves). Por eso no es extraño preguntarse si en algún momento dejará de haber caballos en el Real de la Feria de Abril de Sevilla.
El origen de los coches de caballos
Parece ser que el origen de los coches de caballos en la tradicional feria del ganado está relacionado con la instalación de los duques de Montpensier en Sevilla. Esto dio carácter a la feria por lo que los coches que circulaban por ella, en principio más rústicos, empezaron a ser más señoriales. Los enganches empezaron a ser sinónimo de poder social y comenzaron a engalanarse para pasear por un real en el que mostrar sus lujos.
De esta manera muchas eran las familias pudientes que decidían entrar en el recinto ferial con sus mejores caballos y carruajes repletos de lujos con el que mostraban su poder económico.
En los años 20 y 30 los caballos compartieron espacio con automóviles que entraban en el Real de la Feria junto a jinetes y flamencas. En ese momento el hecho de ir a caballo o en carruaje no era señal de tanta distinción de clase como el poder hacerlo en un vehículo a motor.
Sin embargo, la Guerra Civil y los años de necesidad que siguieron a la contienda, en la que el gasóleo era un bien escaso y muy preciado, hizo volver de nuevo los coche de caballos en la feria. De esta forma en los años 40 el Real volvía a llenarse de hermosos enganches hasta que en los 50 se prohibía la entrada de automóviles al recinto.
En esos años ya se podía empezar a ver a personas famosas paseando en coches de caballos por el Real de la Feria. Desde ese momento y tras el traslado de la feria desde el Prado de San Sebastián a Los Remedios la presencia de estos animales iba decayendo en algunos momentos y viniéndose arriba en otros.
No es hasta los años 80 cuando un grupo de aficionados decide crear el Real Club de Enganches de Andalucía, con lo que esta tradición se empezó a asentar en las calles del recinto hasta evolucionar a lo que vemos en la actualidad.
El año sin caballos
Lo cierto es que, desde su creación, en el año 1842, a pesar de haber ido sufriendo idas y venidas, solo ha habido un año en el que no ha habido caballos en el recinto ferial, lo que supuso una de las anécdotas más recientes en el tiempo de la historia de esta fiesta.
Esto sucedía en 1990 como consecuencia de la peste equina, un fenómeno que supuso un gran problema para Andalucía ya que eran muchas las personas que poseían caballos, algunos de los cuales utilizaban para desempeñar sus labores en el campo. En ese tiempo se vacunaron 38.000 animales con una vacuna polivalente atenuada.
En octubre de 1988, y a casi 600 km del foco anterior, murieron caballos en un complejo equino (Sotogrande) en la provincia de Cádiz confirmando un nuevo brote que dio como resultado que dos años después no pudieran pisar la Feria de Abril. El último caso positivo se declaró en noviembre de ese mismo año, por lo que se llevó a cabo la vacunación obligatoria de toda la población equina de Andalucía para acabar con la enfermedad vírica.
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