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"Es un sueño que cualquier mujer de barrio pueda elegir aprender a montar en bici además de bailar sevillanas"

Polémica por el curso de bicis para mujeres

Isabel Porras, fundadora de la Escuela de Movilidad Santa Cleta que ha promovido el curso municipal, defiende el proyecto como un avance para la movilidad en los barrios de Sevilla

Una mujer en bici por Sevilla / Belén Vargas
David Cejudo

27 de diciembre 2019 - 21:47

Sólo hay que echar un vistazo a los datos para comprender la "necesidad" del polémico curso que acaba de aprobar el Ayuntamiento de Sevilla para facilitar que las mujeres aprendan a montar en bici. Así lo asegura al menos la portavoz de la asociación que ha promovido la iniciativa: el objetivo es fomentar la movilidad sostenible, el uso de un medio de transporte que mire más por el medio ambiente y, de esta forma, reducir la contaminación en el aire mejorando su calidad. Y se enfoca, justamente, hacia el colectivo en el que se han detectado mayores deficiencias.

Según la fundadora de la Escuela de Movilidad Santa Cleta, Isabel Porras, esta iniciativa ha estado congelada desde hace muchos años y se ha llegado a plantear en diferentes mandatos aunque sin éxito. Y ello aunque el propio Ayuntamiento ha sido consciente de este problema desde los inicios del carril bici.

"Para mí es un sueño que una mujer de cualquier barrio pueda ir a su centro cívico y querer apuntarse a un curso para montar en bicicleta además de a un curso de sevillanas", enfatiza la portavoz del colectivo añadiendo que son realidades constatadas que "hay carencias", que hay una necesidad de formación clara y que hay "datos avalados".

A su juicio, es además una gran oportunidad para el colectivo de las mujeres más mayores que se vieron anuladas en épocas anteriores para realizar toda actividad que no tuviera que ver con el cuidado de la casa y la familia.

Inicialmente, este curso estaba dirigido tanto a mujeres como a hombres adultos aunque sólo se llegaban a apuntar tres al año; el resto eran mujeres. A las clases irán además más mujeres que hombres, ya que el 85% de las personas que no sabe montar en este medio de transporte -un 10% a nivel nacional, según el barómetro de la bicicleta- son mujeres.

Factores socioculturales

Fue en el siglo XIX cuando la emancipación empezó a llegar al sector de la bicicleta y no sin polémica, ya que la mujer consiguió ser partícipe de una de las actividades que por aquella época tenía prohibidas, además de ser mal vista por la sociedad.

En cuanto al tema de la vestimenta, Amelia Bloomer inventó unos pantalones anchos de inspiración turca que eran prácticamente una falda dividida en dos: los llamó bloomers. Esta nueva prenda de vestir fue en general rechazada. Fueron pocas las valientes que se atrevieron a vestir estos pantalones para poder pedalear cómodamente, pero las críticas, e incluso las agresiones físicas, impidieron que el invento prosperara, tal y como se recoge en bibliografía especializada facilitada por la asociación sobre estos importantes avances.

Para Isabel Porras, "lo de la vestimenta es más un símbolo, cuando la mujer tuvo acceso a cierto tipo de privilegios como montar a caballo también cambió la vestimenta, como los pantalones, que fue un símbolo de la igualdad".

Y, en su opinión, un paso más en el necesario avance de normalización e integración para la mujer, tanto a nivel profesional como doméstico y por supuesto de ocio, es el curso que ha impulsado el Ayuntamiento con el respaldo de todos los grupos municipales.

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