Las piscinas de las terrazas de Sevilla que te salvarán del calor
En este listado de piscinas en las terrazas de los hoteles de Sevilla se encuentra la solución para pasar los días más fresquitos
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El calor ha venido para quedarse, Sevilla está viviendo ya unas jornadas más propias del mes de agosto que de junio, el termómetro sobrepasa los 40º y hace que la vida de los ciudadanos sea un poco más complicada. No se tiene la misma energía cuando hace una temperatura tan elevada. No es de extrañar que en cuanto hay posibilidad de escapar de la ciudad, todos aquellos que pueden permitírselo huyen despavoridos, del horno en el que parece sumido la capital.
Los fines de semana, provincias como Huelva o Cádiz, sufren el exilio de los sevillanos que buscan un trozo de playa y poder refrescarse en el mar, pero no todos tienen la posibilidad de aprovechar esos días fuera de Sevilla. Por este motivo, hay que buscar alternativas más cercanas y las piscinas de las terrazas de los hoteles pueden ser el lugar ideal para darse un chapuzón y poder huir del calor aunque se esté en la ciudad.
Son numerosos los hoteles que hay en Sevilla que tienen en su piso más alto una piscina que deleita a los clientes con unas vistas maravillosas de la ciudad, además de la posibilidad de refrescarse mientras se contempla el paisaje. Algunos de ellos ofrecen el servicio de la piscina para los interesados en bañarse pero que no están alojados en el hotel, pudiendo así tener acceso todo aquel que lo desee, previo pago.
El precio para poder disfrutar de este lujo suele oscilar entre los 15 y los 25 euros por persona y en determinados hoteles tienen algunas particularidades a la hora de acceder a este servicio. En Meliá Lebreros por ejemplo se pagaría 20 euros por entrar y las personas ajenas al hotel solo podrían hacerlo de domingo a jueves porque el viernes y el sábado está reservado para los clientes. En otros hoteles, hay que reservar antes de acudir, como ejemplo en el Fontecruz Seises.
En algunos no es posible el baño si no es un cliente que se aloje en el propio hotel, como en el caso del Silken Al-Andalus, ya que si está completo superaría el aforo estipulado.
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