La aldaba
Carlos Navarro Antolín
¿Dónde está el límite de la vergüenza?
La Plaza de España de Sevilla, construida allá por 1929 según las directrices del célebre arquitecto hispalense Aníbal González para la Exposición Iberoamericana celebrada entre el mes de mayo de ese mismo año y junio del siguiente, es uno de los conjuntos arquitectónicos por antonomasia, ya no exclusivamente de nuestra ciudad, sino de toda España y de la historia de su arquitectura en general.
Cada año, millones de turistas y habitantes de la propia ciudad visitan este entorno, ubicado en el idílico Parque de María Luisa, para admirar su fusión perfecta de estilos varios, entre los que encontramos el regionalista, el art déco, el neorrenacentista, neobarroco, neoárabe y neomudéjar.
Ahora bien, aunque pueda parecerlo, su belleza y riqueza arquitectónica no son los únicos componentes relevantes que convierten este lugar en patrimonio histórico andaluz, y es que dentro de su conjunto se encuentran referencias a las provincias de España (sobre lo cual podrás encontrar un estudio en este medio), tratando de encapsular la esencia de una nación al completo, acompañadas de 54 bustos que representan un homenaje a algunas de las personalidades más influyentes e importantes en el desarrollo histórico de España, incluyendo artistas y figuras religiosas y políticas de todo tipo.
Es por ello que trataremos de cubrir algunas de estas personalidades, con fin de profundizar un poco más en el infinito mundo de los detalles presentes en la Plaza de España:
Este filósofo, político, orador y escritor romano nacido en Córdoba (Corduba, por aquel entonces) fue uno de los pensadores más relevantes de toda la historia, además de desempeñar cargos clave en los gobiernos de Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón, emperadores romanos. Su obra se dividió posteriormente en cuatro apartados diferentes en formato de diálogos morales, cartas, tragedias y epigramas.
Este líder militar, protagonista de innumerables cantares de gesta y romances españoles, de entre los cuales destaca el siempre reconocido Cantar de mio Cid, es una figura histórica recordada por su papel protagonista en diversas batallas, hasta el punto de haber sido en múltiples ocasiones un elemento clave en mensajes propagandísticos de corte patriótico. En el mismo 1929 de la inauguración de la Plaza de España, curiosamente, el folclorista Ramón Menéndez Pidal escribió La España del Cid, obra inherentemente relacionada con esta figura.
Aunque sea una figura histórica, cuanto menos, cuestionada en estudios políticos más recientes, a causa de su involucración en la llegada de los españoles a América, se ganó su puesto entre los ilustres bustos de esta plaza. Por otra parte, su sepultura se encuentra en la Catedral de Sevilla, reforzando una vez más el vínculo de la capital hispalense con los eventos históricos del "descubrimiento" del Nuevo Mundo.
Esta monarca de la Corona Castellana, más concretamente desde 1474 hasta su fallecimiento, es otro de estos personajes ligado estrechamente a la llegada a América, pues fue quien apoyó la expedición de Cristóbal Colón en búsqueda de las Indias Occidentales, que finalmente se tradujo en el encuentro de un continente hasta entonces desconocido para los españoles.
El primero de los artistas de este listado fue un pintor barroco nacido en Sevilla, cuya obra marcó eternamente el trascurrir de la historia del arte tal y como lo conocemos a día de hoy. Por nombrar algunas de sus innumerables pinturas de valor estético incuestionable, mencionaremos Las meninas, El triunfo de Baco y la Venus del espejo, aunque sería imposible tratar de introducir en un solo texto la inmensa riqueza del legado artístico de Velázquez.
Quevedo fue uno de los escritores españoles por antonomasia del conocido como Siglo de Oro, excelso en poesía, prosa y obras festivas y políticas ajenas a la literatura. Aunque, al igual que el resto de artistas a los que se homenajea en estos bustos, tenga una obra extensa de gran relevancia histórica, destacan algunos de sus títulos como La cuna y la sepultura y Historia de la vida del Buscón.
Otro de los artistas literarios aquí presentes, que además fue una de las figuras más importantes de toda la historia de la literatura española y mundial por su Don Quijote de la Mancha, nació y murió en lo que la actualidad conocemos como la Comunidad de Madrid, y su extensa obra consolidó los cánones de escritura imperantes durante varios siglos, y que conservan su influencia a pesar de la gran variación que ha presentado el idioma español desde su época.
Góngora, poeta y dramaturgo coetáneo a Francisco de Quevedo nacido en Córdoba, dejó una obra literaria de gran valor que ha mantenido su relevancia durante los siglos posteriores, incluso, a su fallecimiento. Volviendo a hacer referencia a Quevedo, compartió con él una enemistad literaria donde ambos artistas se burlaban el uno del otro en sus obras.
Este pintor barroco fue uno de los artistas, junto a otros que ya hemos mencionado, más relevantes de toda la historia de Sevilla y España. Sus innumerables obras, entre el costumbrismo y la representación religiosa, mantienen intacto su valor, especialmente a ojos de expertos en pintura que pueden apreciar en mayor detalle la riqueza de cada uno de sus lienzos.
Francisco de Goya, uno de los pintores más famosos del Romanticismo y el Rococó, y último integrante de este listado, marcó para la eternidad la historia de la pintura, el dibujo y el grabado con innumerables obras que aún se estudian en las escuelas artísticas de todo el mundo por su gran valor en el apartado estético y su complejidad técnica.
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