El patinete eléctrico invade Sevilla

Algunos hablan de un 20% más, otros no ofrecen datos concretos pero la mayoría coincide: las ventas del patinete eléctrico ha crecido en Sevilla respecto a pasadas campañas de Navidad. Basta con salir a la calle para ver que es uno de los regalos estrella de estas fiestas en grandes y pequeños.

A pesar de la incertidumbre creada por la falta de una normativa que regule su uso y aunque las noticias por accidentes, incluso muertes, provocadas por este tipo de transporte son cada vez mayores, en Sevilla esto no ha sido tenido en cuenta a la hora de escribir la carta de los Reyes Magos.

"Ha superado las expectativas de ventas que teníamos previstas. Desde el Black Friday, ya muchos realizaron su encargo. El incremento de patinetes vendidos ha sido muy alto respecto a otras campañas", cuentan desde El Corte Inglés, que aclaran: "No lo consideramos juguetes y este tipo de artículos se encuentran entre los complementos de movilidad, en electrónica y deportes; en juguetería pueden encontrarse pero están adaptados para niños con lo que ello conlleva en reducción de la velocidad y adaptación a los más pequeños".

Menos patinetes eléctricos en otras ciudades y precios

En algunas ciudades españolas, como Barcelona, parece haber afectado más a las ventas, incluso han decrecido. "Esto puede deberse a que existen empresas de alquiler de patinetes eléctricos que, a la espera de una normativa, les han sido retirados, pero aquí en Sevilla, a nivel particular, la gente lo ha seguido demandando porque la ciudad no ha vivido ese problema como tal", detallan en otro comercio próximo a la Alameda de Hércules.

El perfil del usuario del patinete eléctrico es, sin duda, el de una persona adulta, y sus precios son un buen indicativo de ello: desde 139 euros hasta 700 euros, con una media de entre 250 y 350 euros.

Los verdaderos juguetes estrella

Pero si de juguetes se trata, la mañana del 6 de enero muchos pequeños vieron cumplidos sus deseos, aunque también otros se decepcionaron al no encontrar lo pedido entre sus paquetes, y es que muchos fueron los juguetes de moda cuyas existencias, allá por mediados de diciembre, ya se habían agotado, tales como los muñecos Kasi-Meritos, los slimes (antaño blandiblú), los juegos de mesa versión electrónica, las Pinypon o los productos de la Guerra de las Galaxias.