Seis palabras que en Sevilla se dicen mal pero seguimos usando
Algunas de estas expresiones están casi en desuso.
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Andalucía cuenta con multitud de acentos y expresiones que conforman un habla rica y diversa que se extiende a lo largo de todo su territorio. De esta manera el acento cordobés se diferencia notablemente del gaditano o del almeriense. Expresiones como "ir de perol", propia de Córdoba, o "la Vin, compae", de Granada, no se usan en Sevilla, donde se dice "ojú, illo" o en Cádiz, donde se hace uso del "picha".
Es por eso por lo que en Sevilla hay algunas frases o palabras que solo aquí tienen un significado diferente al del resto de España o, por ahondar más, palabras que en la hispalense se usan o dicen mal, pero que sus lugareños siguen empleando de la misma forma:
Morriña en lugar de modorra
Que le digan a un gallego que cuando un sevillano tiene cansancio, ese que entra después de comer, "le da morriña". La expresión correcta para designar esa somnolencia es "modorra", sin embargo en Sevilla y en otros lugares de Andalucía se dice "morriña". En este caso la morriña es el sentimiento de nostalgia o anhelo a la tierra. Es una expresión muy empleada por los gallegos y gallegas que están fuera de su hogar.
Arrascar en lugar de rascar
Arrascar es la expresión vulgar del verbo rascar, que se emplea en la mayoría de lugares de España excepto en Andalucía occidental, en la que se coloca la "a" delante del verbo. Aunque esté recogida en el Diccionario de la Real Academia Española no debe usarse en un contexto no coloquial.
Interperie en lugar de intemperie
De la misma forma que se ha creído que el verbo "rascar" llevaba una "a" delante, sucede con la palabra "intemperie", a la que en Sevilla se le ha colocado una "r" en lugar de una "m" para designar algo que está a cielo descubierto.
Tranfullero en lugar de fullero
Si en Andalucía economizamos en lenguaje aquí hemos hecho todo lo contrario, añadiendo al adjetivo "fullero" la sílaba "tran" delante. Esta expresión no solo es propia de Sevilla sino también de algunos lugares de Málaga y sirve para hablar de alguien que hace trampa en los juegos.
Avellanas en lugar de cacahuetes
En Sevilla es común que a los cacahuetes se les llame avellanas, e incluso "arvellanas", especialmente entre las generaciones más mayores. De hecho, no es raro escuchar durante la Velá de Santa Ana en Triana aquello de "los puestos de avellanas verdes", que no son otra cosa que cacahuetes verdes.
Peros en lugar de manzanas
En Sevilla las manzanas no son manzanas, sino peros. En realidad el pero es un tipo de manzana originaria de Galicia que se caracteriza por dar frutos de mayor tamaño y un aspecto llamativo. Esto quiere decir que no es un término que en esta ocasión esté mal usado. Aunque muchas personas mayores sigan empleando esta palabra, parece que con el paso del tiempo está tendiendo a desaparecer.
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