Origen e historia de El Torbiscal, el poblado abandonado de los fenómenos paranormales

El Torbiscal es una aldea perteneciente a la localidad de Utrera en la que solo quedan tres habitantes.

Diez sitios para ver un atardecer inolvidable en Sevilla y su provincia

Estos son algunos de los mejores bares moteros de Sevilla

Vista de una de las calles del poblado / José Morón

El Torbiscal es un pobladoperteciente al municipio sevillano de Utrera y que, en sus orígenes, se configuró como una explotación agrícola en la que llegaron a vivir medio millar de personas. En la actualidad solo quedan registradas tres según los datos de la Junta de Andalucía (dos mujeres y un hombre).

Se encuentra, concretamente, entre los núcleos poblacionales de Utrera, Los Palacios y Villafranca y Las Cabezas de San Juan y comprende una extensión de 1.600 hectáreas. En ella había cultivos de secano, especialmente de trigo, cebada, maíz, remolacha y algodón, aunque también con algunas plantaciones experimentales y algunas vacas lecheras.

Su origen

El Torbiscal se asienta sobre unas tierras comunales de Utrera que en el siglo XVI pasaron a manos privadas. No sería hasta la década de 1940, ya en el siglo XX, cuando se empezó a configurar de la forma en la que, a duras penas, se puede ver en la actualidad. El arquitecto que diseñó el trazado de estas tierras así como sus módulos fue Antonio Delgado Roig con la participación del arquitecto Romualdo Jiménez Carlés. En el conjunto hay construcciones de estilo regionalista, detalles art-decó e influjo del Movimiento Moderno.

Su desarrollo como núcleo poblacional llegaría a partir de 1950, siendo una zona habitada, eminentemente, por jornaleros dedicados a la actividad agropecuaria.

En su época de mayor esplendor, en torno a los años 80, llegó a tener hasta 500 habitantes repartidos en 150 viviendas. De ellos 185 personas eran trabajadores de plantilla y unos 200 eran empleados temporales.

El núcleo contaba con una escuela, un cine que también se usaba de teatro, una iglesia, un dispensario médico, un economato, una piscina, naves agrícolas, un espacio para la avioneta de fumigación y hasta un cuartel de la Guardia Civil. Aquellas tierras pertenecían entonces a la familia José de la Cámara que las fueron heredando de generación en generación.

La evolución en el tiempo

Desde su creación y desarrollo, sobre todo a partir de los 50, El Torbiscal ha ido experimentando un crecimiento considerado y un despoblamiento fugaz. Así en torno a los años 60 habría unas 200 familias viviendo en esta finca y en los 80 el número de personas era de medio millar.

Sin embargo, a partir de 1990 se inició un éxodo ineluctable. La falta de sucesores en las familias que había residiendo en aquel lugar y, por tanto, de niños y niñas, dio pie a que los maestros dejaran de acudir a impartir a su escuela. Más tarde y debido a esta falta de infantes, los autobuses ya no pasarían por este núcleo poblacional para llevarlos a las escuelas de los pueblos cercanos, por lo que finalmente dejó de haber niños en El Torbiscal. Las familias cada vez eran más propensas a abandonar el lugar para trasladarse hasta la ciudad en busca de oportunidades laborales.

A comienzos de los 2000, cuando en el poblado solo vivían un par de familias, hubo negociaciones entre la propiedad y el Ayuntamiento de Utrera para su conservación, pero finalmente no llegaron a nada aunque lograron que se mantuvieran, por aquel entonces, la iglesia y el teatro. En 2011 solo quedaban 14 personas registradas en este lugar.

El Torbiscal en la actualidad

El paso de los años y la falta de conversación y cuidados así como los numerosos actos vandálicos que ha habido en esta zona han hecho que, a día de hoy, también el teatro y la iglesia estén en estado de ruina y a punto de derrumbarse.

En el centro del poblado existe hasta la fecha una pequeña manzana de viviendas que han quedado prácticamente reducida a escombros tras un intento de derribo por parte de los herederos de su fundador. Este fue finalmente paralizado pero las viviendas quedaron en un estado deplorable. Aunque el espacio ha estado en ocasiones vallado y se ha prohibido su acceso son multitud de curiosos los que acaban entrando en él.

Actualmente estas hectáreas continúan estando en manos de la empresa José Manuel de la Cámara S.A. El Ejército de Tierra las utiliza para realizar sus maniobras de simulación de guerra urbana y algunas de sus zonas siguen utilizándose para diferentes cultivos.

Fenómenos paranormales

El estado de abandono de El Torbiscal unido a la belleza que se deja entrever en sus edificios en ruinas ha despertado el interés de decenas de curiosos que se han acercado a conocerlo y que han asegurado que en él tienen lugar fenómenos paranormales.

De esta manera se habla de que existe una chica que no parece real, que pasea entre sus calles, vestida de blando y con un olor agradable. También se han recogido algunas psicofonías en las que se escucha una voz que insta a los visitantes a marcharse del lugar o el sonido de unas campanas de fondo, aunque el campanario de la iglesia de El Torbiscal está destruido.

Leyenda o realidad, lo cierto es que estas historias han hecho que se siga hablando de este poblado que un día estuvo habitado por jornaleros y en el que había vida.

El Torbiscal ha sido reconocido como Patrimonio Inmueble de Andalucía y figura en la base de datos del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último

ROSS. Gran Sinfónico 4 | Crítica

La ROSS arde y vibra con Prokófiev