La aldaba
Carlos Navarro Antolín
¿Dónde está el límite de la vergüenza?
No se puede hablar de Semana Santa sin hacerlo de sus marchas y, cómo no, de las saetas, un canto religioso tradicional que se interpreta, fundamentalmente en Andalucía pero también en algunos lugares de Extremadura, Castilla-La Mancha y Murcia.
El ilustre poeta Antonio Machado definía este canto, en el siglo XIX, como "cancioncillas que tienen por principal objeto traer a la memoria del pueblo, especialmente en los días del Jueves y Viernes Santos, algunos pasajes de la pasión y muerte de Jesucristo (...) coplas disparadas a modo de flechazos contra el empedernido corazón de los fieles".
Este canto suele hacerse al paso de las imágenes en procesión durante la Semana Santa y representan un momento íntimo y de recogida en el que todo el mundo guarda silencio para que sobresalga la voz de quien las entona.
A pesar de que las que se conozcan en la actualidad sean las saetas flamencas (sobre todo por seguirías y las carceleras), en sus orígenes eran obras más cortas y sobrias, con mucho menos ritmo.
El origen musical de las primitivas saetas es incierto pero se les atribuye una raíz árabe relacionada con las llamadas a la oración de los almuédanos de las mezquitas andalusíes complementada por cantos judíos (salmodias sefardíes) y estructuradas por los cantos procesionales cristianos de los misioneros franciscanos en los siglos XVI y XVII.
A principios del siglo XX, la saeta tradicional se transforma en la llamada saeta flamenca, un canto a solo muy elaborado y de extrema dificultad interpretativa. Las saetas flamencas más populares actualmente, tienen su origen en el folclore andaluz.
Muchos investigadores indican que uno de los lugares de nacimiento de este cante podría situarse en Marchena. Este muncipio cuenta, además, con algunos estilos propios de las saetas: quintas, sextas, cuartas de nuestro Padre Jesús Nazareno, molleras o las del Dulce Nombre de Jesús.
No obstante existen otros municipios andaluces que también podrían estar ligados a su origen y en los que se sigue cultivando la denominada saeta primitiva. Estos son:
Fuera de Andalucía, en la ciudad extremeña de Cáceres se trabaja actualmente por recuperar la saeta primigenia propia de la localidad, denominada Saeta cacereña.
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