¿Por qué se llama 'traje de luces' a la indumentaria de los toreros?

Con independencia de el toreo sea objeto de crítica o halago, lo cierto es que es una actividad que sigue formando parte de las costumbres de una parte de la sociedad sevillana. Más allá de la polémica que su desarrollo suscita, desde Vivir en Sevilla hemos querido dar respuesta a una de las dudas que surgen en relación al traje que llevan las personas que torean y que recibe un peculiar nombre: "Traje de luces". Pero, ¿de dónde procede esta acepción y cuál es el origen de esta popular vestimenta?

El origen del traje

Aunque pueda parecer sorprendente, para comprender la historia del traje de torero hay que partir de la idea de que el origen de esta vestimenta nada tiene que ver con el inicio del toreo. Y es que antes del siglo XVII quienes practicaban esta actividad lo hacían con su ropa cotidiana ya que no estaba considerada una profesión oficial. Ya fuesen caballeros o pajes, no existía una indumentaria específica para ponerse a torear.

Los primeros toreros, de hecho, combatían a caballo y solo más tarde decidieron eliminar los caballos y torear a pie con el objetivo de demostrar su valentía.

Los primeros uniformes

En el siglo XVII, estos toreros a pie decidieron utilizar algo para distinguirse y fue entonces cuando comenzaron a usar una banda y, más tarde, tocados de monteras. Un siglo más tarde, ya en el XVIII, esta indumentaria evolucionaría y se empezaría a utilizar el traje madrileño para salir al ruedo ya que las cuadrillas de toreros los utilizaban para diferenciarse del resto de bandas.

Estos trajes tenían colores muy vivos y estaban repletos de decoraciones. Se empleaban mangas col de terciopelo negro y un cinturón ajustado. A finales del mismo, se comenzó a utilizar la seda. Hasta ese momento y puesto que se trataba de una actividad que carecía de muchas restricciones, los toreros, que por aquel entonces eran solo hombres, comenzaron a uniformarse.

A finales del siglo XVIII, el torero sevillano Costillares decidió pedir a la Real Maestranza de Sevilla el permiso para usar galón de oro. El maestro era el único que podía llevarlo, los otros solo podían tener adornos de plata.

La aportación de Paquiro

En el siglo XIX, otro torero llamado Francisco Montes (Paquiro), natural de Chiclana de la Frontera, creó el traje romántico y moderno que ya no tiene nada que ver con el traje de uso civil. Es posible que para ello se inspirara en los uniformes napoleónicos, aunque aportando algunos cambios ya que pone mayor número de decoraciones y las posiciona de manera diferente respecto a los trajes anteriores. La chaqueta se acorta y se deja una parte trasera más larga, las hombreras adquieren gran volumen y la taleguilla se alarga y entalla como si fuera una segunda piel. Los toreros empiezan a utilizar zapatillas planas y flexibles. Paquiro introduce, también, la montera, un tocado original que siempre va a ser negro.

Respecto a los colores empleados, en un principio eran más sobrios (blanco, azul o rojo) pero con el paso del tiempo la gama se fue ampliando. Históricamente, los colores más brillantes, como el rosa, fueron los más difíciles de lograr y, por lo tanto, los más caros, un recordatorio visible de clase y nobleza.

Finalmente, en el siglo XX no se produjeron cambios significativos en la vestimenta y estos solo correspondieron a aquellos que la hacían más cómoda y flexible. Pero, entonces, ¿por qué "traje de luces"?

El Traje de Luces

Esta acepción comenzaría a usarse en el siglo XIX atendiendo, precisamente, a esos adornos brillantes y llamativos (lentejuelas y botones) que Paquiro consideró incorporar en su vestimenta y que provocaban vistosos destellos cuando se movía.

Lo único que ha cambiado desde entonces hasta hoy en día es que la chaquetilla se ha hecho más corta, con hombreras más pronunciadas.

El peso medio de un vestido de torero de luces es de entre 4 y 5 kilos, con toda la decoración incorporada. Adicionalmente, el capote de torero profesional tiene un peso de 4 a 7 kilos.