Por qué se llama así el Patio de Banderas de Sevilla

Entre la Plaza del Triunfo y el callejón de la Judería de Sevilla, se encuentra una de las plazas más populares de la ciudad, a través de la cual tanto lugareños como visitantes se paran a fotografiar la Giralda. Se trata del Patio de Banderas, una plaza de más de 1400 metros cuadrados de superficie rodeada de naranjos colindante con los Reales Alcázares de Sevilla. De hecho, su historia está íntimamente ligada a esta construcción, de la que forma parte aunque en la actualidad parezcan zonas separadas.

Historia de la Plaza

El Patio de Banderas fue la plaza de armas del primitivo núcleo militar del Alcázar, la Dar Al-Imara o casa de los Príncipes. Se accedía a ella por la puerta que hay en la calle Joaquín Romero Murube, la que da a la Plaza del Triunfo. Al otro lado de la misma, en la esquina opuesta, un arco da acceso a la judería sevillana, concretamente a la conformada por el barrio de Santa Cruz.

A pesar de que en la actualidad esta plaza esté abierta al público, originalmente no fue así a pesar de que había viviendas a su alrededor. Esto se debió, sobre todo, a su ambiente íntimo, casi al servicio exclusivo de dichas viviendas y a la posibilidad de ser un espacio cerrado, a modo de patio de vecinos.

En el siglo XIX, concretamente en el año 1816 se organizó como plaza arbolada con bancos y se dispuso una fuente en el centro de dicho patio. Posteriormente, y en el mismo siglo, se plantaron naranjos con el fin de decorar este espacio, algo que ha perdurado hasta la actualidad, convirtiendo la zona en una plaza de paso o paseo, sin presencia de bancos. En ella vivieron, a lo largo de la historia, numerosos personajes célebres, como Fernán Caballero.

Su nombre

El porqué del nombre de esta plaza se debe a unas banderas que estuvieron pintadas sobre el arco que da acceso a la misma desde la Plaza del Triunfo y que se ha convertido, en la actualidad, en uno de los lugares desde los que más fotografías se toman de la Giralda. Del nombre de esta plaza habló precisamente, Cecilia Böhl de Faber y Ruiz (Fernán Caballero) en su obra El Alcázar de Sevilla. Antes de tener este nombre se le llamó antes «Patio grande», aunque ya en el siglo XVIII se le conoce como Patio de Banderas, siendo también denominado plaza por la regularidad de su forma y la considerable superficie abierta que presentaba rodeada de edificación.

En la actualidad la única vegetación presente en la plaza es la de los naranjos que se plantaron en el XIX y que están unidos entre sí por unos canales de ladrillo que permiten su riego. Tras los naranjos, en el interior, se extiende una superficie de albero, que es como probablemente estuvo todo el patio en sus comienzos.