Por qué el pueblo sevillano de El Palmar de Troya tiene este peculiar nombre

El Palmar de Troya es un pequeño municipio ubicado en la comarca del Bajo Guadalquivir, en la provincia de Sevilla, que cuenta con una población de algo más de 2.000 habitantes. Hasta el año 2018 pertenecía al municipio de Utrera pero desde octubre de este año la Junta de Andalucía reconoció su separación. El Palmar De Troya accedió al estatuto de Entidad Local Autónoma el 4 de marzo de 2003, al existir constancia de que cumplía con los requisitos exigidos por la Ley de Demarcación Municipal de Andalucía.

Desde hace algunas décadas y en especial desde los últimos años esta antigua pedanía utrerana se ha hecho especialmente famosa por todo lo relacionado con la Iglesia Palmariana, una escisión de la Iglesia católica e iglesia católica independiente con sede episcopal en este pueblo sevillano que fue fundada en 1978 por el sevillano Clemente Domínguez y Gómez, quien se declaró papa asumiendo el nombre de Gregorio XVII. Algunas personas la han llegado a considerar una secta, especialmente desde que el periodista y youtuber Carles Tamayo lograra infiltrarse y compartir los vídeos sobre las acciones que llevaba a cabo su comunidad.

Sin embargo, más allá de esto, El Palmar de Troya ha sido tradicionalmente una pedanía caracterizada por sus cultivos de viñedos y olivares y por ser un lugar tranquilo, con vecinos y vecinas que llevaban a cabo un estilo de vida rural.

Origen y nombre de El Palmar de Troya

Los primeros datos históricos sobre el origen de El Palmar de Troya se remontan a la época romana, que ubican en la zona de La Cañana (en esta pedanía) un asentamiento de soldados jubilados del César. De esta pequeña ciudad romana destacaban el Siarum (poblado de la cañada antes dentro de nuestro término y ahora dentro del término municipal de utrera) y el Diarum (situado en la zona de zarracatín dentro del termino municipal).

Más recientemente, en el siglo XIII, se asienta una comunidad que formaría parte de la Banda Morisca, el sistema defensivo frente al ataque musulmán. De esta etapa quedan vestigios como la torre vigía del embalse de la Torre del Águila, que servía para proteger el Valle del Guadalquivir.

Sin embargo, el pueblo de El Palmar de Troya que se conoce en la actualidad nace como un emplazamiento de emigrantes temporeros que trabajaban en un cortijo que había en la zona y que se llamaba El Cortijo de Troya y con los familiares de prisioneros republicanos que, de hecho, participaron en la construcción del Pantano Torre del Águila, que llevó el riego a la comarca. El asentamiento creció de tal manera que llegó a haber, incluso, una residencia de niños temporeros para que pudieran ir a la escuela.

Con estos datos no es de extrañar que el pueblo adquiriera el nombre de dicho Cortijo de Troya. Pero, ¿por qué "palmar"? Esto se debe a que en los campos de la localidad había numerosas matas de palmito que crecían junto a dicho cortijo y que acabarían conformando el nombre del pueblo que se conoce en la actualidad.

Hoy día los vecinos y vecinas de El Palmar de Troya, conocidos como palmareños y palmareñas, se dedican especialmente a actividades relacionadas con la agricultura de trigo, cebada, avena y olivos, sobre todo, a la actividad cinegética y a la ganadería y artesanía.

En la actualidad este municipio ha recuperado sus vías pecuarias y ha realizado corredores verdes conectando distintos espacios: el Pantano Torre del Águila, la Laguna de Zarracatín o la Vía Verde Utrera-El Palmar, por lo que se trata de un lugar perfecto para disfrutar de la naturaleza, de su gastronomía y sus fiestas y de entorno.