¿Sabes de dónde viene el nombre de la Giralda de Sevilla?

La Giralda, el alminar que forma parte de la Catedral de Sevilla y que es, posiblemente, la torre más distintitiva y famosa de la ciudad, se comenzó a construir en el año 1184.

Este está conformada por varios cuerpos de diferentes estilos y épocas, con una base de época musulmana, una parte principal de planta cuadrada y el remate superior, de estilo renacentista, que comprende el campanario formado por 24 campanas, el mayor de toda España. Esta última parte fue la que concluyó la construcción de la Giralda en el año 1568. Posteriormente se añadiría la veleta, el famoso Giraldillo, que coronaría la torre tal y como la conocemos hoy día. Pero, ¿cuándo comenzó a llamarse así la Giralda y por qué?

Origen del Giraldillo

Lejos de lo que se puede pensar, es la veleta que corona la torre la que le da nombre a la Giralda y no al revés. El popular Giraldillo es una estatua de bronce que mide casi cuatro metros de altura y que fue obra de Juan Bautista Vázquez, quien la realizó en 1568 en base a un modelo diseñado por el pintor Luis de Vargas. La estatua, que en realidad funciona de veleta, representa a una mujer con túnica que lleva palma en una mano y un escudo en la otra.

Esta veleta representa el Triunfo de la Fe victoriosa, esto es, de la cristiana sobre la musulmana, y se mandó construir en pleno Renacimiento para transformar el alminar original de la antigua Mezquita de Isbilya, colocándola en el punto más alto de la Catedral de Sevilla, lo que hacía que se reafirmara el mensaje de triunfo del cristianismo.

El porqué de su nombre

Tal y como recoge el diccionario de la Real Academia Española, una giralda, como sustantivo, es una "veleta de torre que tiene figura humana o de animal". A su vez, el portal web de la Catedral de Sevilla recoge que el el término "giralda" proviene del italiano girandola, que también significa "veleta", algo que gira. Es este el motivo por el que a la veleta que corona la torre del alminar se la comenzó a llamar Giraldillo y, por ende, a dicha edificación, Giralda.

El Giraldillo ha permanecido en lo alto del campanario de la Giralda desde el siglo XVI y hasta la fecha, con la única excepción de un periodo entre 1999 y 2003, cuando se bajó para su restauración. Junto a la Puerta del Príncipe que da acceso a la Catedral de Sevilla existe una réplica de esta popular veleta, que se ha convertido en un icono de la historia de Sevilla.