El origen de los mercados navideños: algunos de los menos conocidos en Sevilla

Los meses de diciembre y enero son famosos en la mayoría de ciudades por la celebración de la Navidad. La iluminación de sus calles, sus confiterías funcionando como nunca para ofrecer los dulces más típicos a sus clientes, los coros de campanilleros o de zambombas, según la ciudad, son solo algunos de los detalles que caracterizan a estas fiestas. Y entre todos ellos hay uno que parecen compartir multitud de ciudades europeas: los mercados navideños.

Esta tradición, que se instaló en Sevilla hace ya algunos años y que recibe cientos de visitantes cada Navidad, tiene su origen en Alemania, posiblemente en los siglos XV y XVI, con el mercado de Dresde, aunque la evidencia más antigua de mercados de este tipo es de 1628, con el de Núremberg.

Dirk Spennemann, profesor asociado de gestión del patrimonio cultural en la Universidad Charles Sturt de Australia e investigador de esta temática, explicaba a National Geograhic que no quedaba del todo claro si esta forma de comercio se producía con motivo de la Navidad, o era una coincidencia. Por aquel entonces era común que los núcleos poblaciones se organizaran en torno a una iglesia que organizaba mercados durante las fiestas religiosas, siendo el de invierno el de mayor importancia.

Sería a partir del siglo XIX, coincidiendo con la Revolución Industrial, cuando estos mercados comenzaron a crecer y a adquirir mayor valor, especialmente porque en ese momento comenzó a frecuentarlos la clase trabajadora. Tras una época de decadencia en la que los grandes propietarios no querían vender sus productos en los mercados y estos fueron llevados a las afueras de las ciudades para alejarlos de los obreros, con la Alemania de Hitler recuperaron su fama y esta no volvió a decaer en ningún momento, incluso hasta el día de hoy.

Con el incremento del consumismo durante estas fechas, los mercados navideños fueron adquiriendo cada vez más relevancia hasta empezar a reproducirse en otras ciudades, entre ellas las españolas.

Mercados navideños de Sevilla

Sevilla cuenta con algunos mercados navideños que cada año copan varios lugares de la ciudad para ofrecer sus productos artesanos durante estas fechas. Algunos de ellos, como la Feria del Belén, lleva celebrándose en la ciudad 31 años. En él se venden todo tipo de figuras y arreglos para los belenes. También son famosas la Feria de Artesanía Creativa, que este año tiene lugar en los Jardines del Cristina o la venta de dulces de convento, que se celebra en el Puente de la Inmaculada en los Reales Alcázares de Sevilla.

Además de los más populares la ciudad cuenta con otros mercados navideños que aunque sean conocidos por los sevillanos, pasan un poco más desapercibidos. Uno de ellos es el mercado de Navidad de Nervión, que está conformado por varios puestos de artesanía ubicados junto al centro comercial Nervión Plaza. En estos puntos de venta no hay productos específicamente navideños pero lo conforman artesanos y comerciantes de pequeños negocios que ponen a la venta las cosas que fabrican. Estará abierto hasta el próximo 5 de enero.

Otro de los mercados que merece mención especial es el de La Magdalena, ya que por su aspecto parece sacado de un cuento de Navidad. Este mercado cuenta con varios puestos de artesanía, un carrusel para que puedan disfrutar los más pequeños y una zona en la que se pueden comprar churros con chocolate, castañas asadas y otros productos. El mercado navideño de la plaza de La Magdalena estará abierto hasta el 6 de enero.

Más alla de los tradicionales mercados que se instalan en Sevilla con motivo de la Navidad, algunas zonas de la ciudad como la Alameda de Hércules o la Plaza de la Encarnación albergan durante estas fechas espacios de atracciones y ocio familiar para que los más pequeños disfruten de las fiestas en familia. Sevilla se convierte, de esta manera, en un escenario perfecto para celebrar la Navidad con multitud de planes para todos los públicos y gustos.