Así es como nació el barrio de Triana: desde una alquería hasta la actualidad
El barrio de Triana es uno de los más populares de Sevilla y su nombre es nacionalmente conocido
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Triana es uno de los barrios más populares y emblemáticos no solo de Sevilla sino de toda Andalucía. Su nombre es conocido más allá de las fronteras de la región y muchas de sus costumbres, fiestas e historias han dado sentido e identidad a la hispalense. Ubicada en la margen derecha del río Guadalquivir (tomando como referencia el brazo de agua que circula por la ciudad y no por el lado de Camas), este barrio ha sido tradicionalmente lugar de marineros, obreros, alfareros, e industriales.
Su origen
El origen del barrio de Triana se ubica en una antigua alquería y, más concretamente, en la era tartésica. En esta zona que conocemos en la actualidad hubo, inicialmente, un núcleo de población que sirvió como base de campamento para las legiones romanas ya que se encontraba en una posición estratégica entre Híspalis e Itálica.
El primer elemento que se construyó fue un castillo levantado por los almohades en el siglo XII, concretamente en el año 1171, con el que se pretendía defender a la ciudad, y que contaba con una fortaleza con diez torres. Más tarde construirían un puente de barcas que unía esta parte de Sevilla con el otro lado de la ciudad y que facilitaba, de esta manera, la comunicación con los pueblos de la actual comarca del Aljarafe.
En los siglos XV y XVI Triana tuvo un papel importante gracias a su Escuela de Mareantes, que instruyó a muchos navegantes para poder formar parte de las expediciones de aquella época. A finales del siglo XIX el barrio trianero quedaría formalmente unido a Sevilla por el Puente de Isabel II, popularmente conocido como Puente de Triana. Desde entonces hasta ahora el barrio ha experimentado un gran crecimiento, convirtiéndose en uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad.
Qué ver en Triana
Triana tiene un sinfín de espacios, monumentos y construcciones que merece la pena visitar. Una de las zonas más populares de este barrio es la calle Betis, paralela al río y característica por los colores de sus casas y las increíbles vistas de la ciudad que hay desde ella. Más allá de la calle Betis, en Triana destacan la Plaza del Altozano, el Puente de Triana y la Capilla de la Virgen del Carmen, con una arquitectura muy particular. Junto a ella se encuentran el Mercado de Triana y, algo más retirado, el Callejón de la Inquisición.
Otro de los edificios reconocidos en este barrio es la Real Parroquia de Santa Ana. Fue la primera iglesia construida de nueva planta, tras la reconquista de Sevilla por Fernando III el Santo en 1248 y se la considera la catedral de Triana. También merece la pena visitar la Capilla de los Marineros «Esperanza de Triana», la Iglesia de San Jacinto, la Capilla de la Estrella, el Museo de la Cerámica, La Parroquia de la O y La Basílica del Cristo de la Expiración «El Cachorro».
Triana se ha erigido, con el paso del tiempo, como un barrio con identidad propia. Tan es así que son muchos los trianeros y trianeras que reivindican pertenecer a su barriada antes, incluso, que a la hispalense. Sus calles, su gente, sus bares y alegría la convierten en un lugar digno de visitar y disfrutar.
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