Nuevo cine rumano: ajustando cuentas
Salir al cine
Desde el lunes 27 de septiembre hasta el 25 de octubre podrán verse en Cicus cinco títulos del último cine rumano, entre ellos la gran ganadora del SEFF, 'Malmkrog', de Cristi Puiu.
Es inevitable mirar con cierta envidia el vigor y la presencia internacional de ese nuevo cine rumano nacido con el siglo y bajo el amparo y el aval de los festivales y la crítica internacionales, siempre necesitados de nuevas y novísimas olas a las que subirse para su necesario recambio de mapas, trazados y autores a seguir la pista. Un cine que ha sabido encontrar una voz propia, dispersa y matizada en sus diferentes autores, que toma el pulso al presente de un país que ha sufrido una rápida transformación socio-política desde aquellos infaustos días de Ceaucescu, apenas 30 años atrás, y el nuevo paisaje neocapitalista y franquiciado por el que aún asoma, o al menos eso nos cuentan las películas, el pelo de la dehesa de la burocratización, la corrupción a distintos niveles y la picaresca como modo de supervivencia.
Pasada ya la primera ola de títulos-bandera, a saber, La muerte del señor Lazarescu, 4 meses, 3 semanas, 2 días, Martes, después de navidad o 12:08 al este de Bucarest, y consolidados los autores principales del movimiento, Puiu, Muntean, Pintilie, Mungiu, Mitulescu, Porumboiu, Jude, Mihaileanu, Serban, Sitaru, Nemescu o Peter Netzer, el nuevo cine rumano permanece pujante (ahí tienen los éxitos en Berlín y Sevilla de la controvertida Touch me not, la monumental Malmkrog y la satírica Un polvo desafortunado o porno loco) en primera línea, e incorpora también otros nombres y títulos que completan un estimulante panorama en el que el regreso a la historia reciente (o cómo ésta pervive en el presente), el humor negro, la realidad como punto de partida y espejo deformante y nuevas estrategias narrativas y temporales se dan la mano para trazar un cierto y reconocible modo de contar historias.
A Cicus llega ahora, en colaboración con Filmoteca de Andalucía y el Instituto Cultural Rumano, un ciclo de cinco títulos de cosecha reciente, entre ellos la citada Malmkrog, de Cristi Puiu, gran vencedora en el pasado SEFF y sin duda uno de los grandes filmes de la temporada, depurado ejercicio de cámara que adapta al ruso Soloviev y encierra a un puñado de aristócratas en una gran mansión para esperar una suerte de Apocalipsis de su civilización mientras departen sobre lo humano y lo divino en grandes bloques de tiempo magistralmente coreografiados por la puesta en escena. Podrá verse el 18 de octubre como gran apuesta de un ciclo que arranca este próximo lunes 27 con Tipografic majuscul (2019, Radu Jude), ambientada en 1981 e historia de un adolescente que escribe en las paredes la historia no-oficial del país con mensajes de protesta contra el régimen; y prosigue el lunes 4 de octubre con Cardinalul, de Nicolae Margineanu, que viaja a 1953 para contar la historia del obispo Iuliu Hossu, héroe de la resistencia greco-católica encarcelado y torturado en los años más oscuros de Ceaucescu. El martes 5 se proyectará Carturan (2019, Liviu Sandulescu), retrato de un hombre maduro que quiere dejar arreglados los asuntos importantes de su vida sabedor de su muerte inminente; y el lunes 25 de octubre pondrá cierre al ciclo Between pain and amen (2019, Toman Enache), otro retrato de la represión comunista en la posguerra sobre la piel de un músico que regresa a Rumanía tras estudiar en Viena.
¿Qué les pasa(ba) a los hombres del cine español?
Ya han pasado dos años desde que Filmoteca Española habilitara un interesante canal online en Vimeo, Flores en la sombra, en el que pueden verse puntualmente, siempre con fecha de caducidad, algunas obras secretas o poco conocidas de nuestro cine, largos, cortos o documentales, desde el cine de los orígenes a la actualidad, muchas de ellas en pleno proceso de recuperación o restauración por la institución que dirigen Josetxo Cerdán y Carlos Reviriego.
Estos días están disponibles algunos cortos salidos de la EOC que forman parte del proyecto de investigación llevado a cabo por la profesora Elena Oroz sobre la representación de la masculinidad en el cine de la última etapa del franquismo, cortos que “invitan a interrogar las masculinidades y su historicidad, precisamente por su carácter normalizado, su renuencia a la autocrítica y la frecuente virulencia con la que se encaran los avances del feminismo e iluminan una crisis de sentido que afectó a los varones heterosexuales de clase media cuyos coletazos persisten”.
Bajo este prisma hay que ver así esta sesión, El domicilio conyugal, violencias ad hoc, que incluye Del amor y otras violencias (1972, Miguel Á. Díez), Androides Inc., (1969, E. Arsuaga) y Como en los buenos tiempos (1971, Manuel Jiménez) y Ad Hoc (1973, Miguel Buñuel).
El estreno de la semana: ‘Cry Macho’
Película número 39 en su trayectoria como director, Cry Macho es la summa de la obra de Eastwood, una suerte de vida y ocaso del cowboy explicada a los niños, un nuevo testamento estético y moral para aquellos que seguimos apreciando su cine a lo largo de las décadas. También otro auto-regalo en forma de última lección de vida y romance crepuscular y el documento en formato horizontal de un hombre que aún quiere estar de pie, bailando incluso si es necesario.
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