Un negocio sobre ruedas, eléctricas

"Ir desde Sevilla hasta Santiago de Compostela en bicicleta eléctrica no cuesta más de un euro, y es que el consumo de una de estas bicicletas es de un euro por cada 1.000 kilómetros; aunque, eso sí, tendríamos que parar a recargar la batería, que tiene una autonomía de unos 70 kilómetros". En su intensa trayectoria profesional en el mundo de la consultoría, tanto fuera como dentro de España, Sofía Delclaux tuvo la oportunidad de conocer distintas formas de movilidad sostenible. Como empresaria, se decidió en 2011 a apostar por la que piensa que resulta más útil tanto al turista como al local, la bicicleta eléctrica, y montó su propio negocio en la calle Castelar de alquiler y venta. "En los últimos años este medio ha tenido un boom, sin olvidar que es un sistema de movilidad sostenible". Respecto a sus características, esta ejecutiva internacional destaca que "para usarla hay que pedalear, aunque el hecho de que lleve batería reduce a la mínima el esfuerzo para su desplazamiento". Para prevenir posibles riesgos, la velocidad máxima que alcanza es de 25 kilómetros por hora y la batería, ubicada bajo el sillín, apenas pesa y ocupa espacio, "por lo que si vas a trabajar o a casa de un amigo, la sacas y puedes recargarla como un ordenador o un móvil, en cualquier enchufe". El perfil de cliente que alquila este servicio es el de aquellos que se mueven desde el Centro para hacer gestiones a otros barrios y turistas, "lo que les permite conocer Sevilla más allá de la Catedral, e ir a zonas como la Cartuja, Triana o Itálica".