Morisco, almohade, sefardí... Te explicamos todos estos términos para entender la historia de Sevilla
Un musulmán no es lo mismo que un moro ni que un árabe y un sefardí no tiene por qué ser una persona de otro país.
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¿Te ha pasado que, al leer algunos de estos términos, hayas tenido que buscar su significado? Hay mucha confusión respecto a algunas de las acepciones que se empleaban en lo que se conoce como la etapa de la España musulmana, cuando en la ciudad de Sevilla, en concreto, convivían tres religiones: la cristiana, la musulmana y la judía.
Esto dio lugar a que, en este periodo de la historia que abarca siete siglos, aparecieran algunas identidades, sobre todo basadas en la religión, que explicaban la situación de las personas que habitaban por aquel entonces la ciudad. La dificultad radica en que eran tantas que, en ocasiones, se tienden a olvidar y solo para algunos están claros estos términos. Aquí hacemos un repaso de cada uno de ellos para no perder el hilo cuando estemos hablando de la historia de la ciudad.
Musulmán
Este término, al igual que sucede en la actualidad, define a las personas que profesan la religión del Corán. Esto incluye a árabes, mauritanos, indonesios, afganos e incluso argentinos o españoles. Todo aquel que profese el Islam es una persona musulmana.
Toda esta masa de personas que profesan la misma religión es lo que llamamos Islám. No es un territorio sino el conjunto de todos los musulmanes, sean de donde sean. En España, entre los siglos VIII y XV gran parte de la Península Ibérica estaba habitada por musulmanes.
Árabe
Un árabe o una árabe es una persona que procede de Arabia o, más exactamente los pueblos que proceden del sudoeste asiático. De esta forma un marroquí no es un árabe pero un iraquí, si. Muchos de los nombres famosos que se conocen en la época musulmana eran personas árabes y otros procedían de otros lugares, por lo que no lo eran. Alguien árabe puede ser musulman pero no necesariamente una persona musulmana ha de ser árabe por que en este caso sí estamos hablando de un territorio.
Moro
Aunque pueda parecer algo sencillo, la realidad es que el término es algo confuso. Solo la Real Academia de la Lengua contempla hasta 12 acepciones sobre él. A pesar de que en ocasiones la palabra "moro" se use con connotaciones negativas y racistas, en realidad una persona mora es aquella que procede de Mauritania.
Y, ¿qué es Mauritania? Todos los pueblos que hay desde el norte de África hasta el Sáhara. Este término también se refiere, sin embargo, a las personas que gobernaron (solo los que gobernaron) la Península Ibérica del siglo XI en adelante, ya que antes quienes estaban en el poder fueron los árabes. Los habitantes durante estos periodos históricos fueron tanto moros como árabes, cristianos y judíos.
Almorávide y almohade
Los incluimos dentro del mismo apartado porque, aunque no son lo mismo, comparten una historia. Y es que se trata de dos grupos nómadas de bereberes que se movían por la zona del norte de África a los que los musulmanes españoles invitaron a instalarse en España para aumentar el número de soldados en sus ejércitos y revitalizar la práctica del Islam. Su llegada a la península se produce en el siglo XI.
Los almorávides eran unos monjes-soldados surgidos de grupos nómadas provenientes, especialmente, del Sáhara, que abrazaran una interpretación del Islam muy fundamentalista. Los almohades, por su parte, surgieron en el actual Marruecos que provocó el derrocamiento de los almorávides, hecho que los introdujo en una espiral de continuos conflictos entre los dos grupos nómadas.
Morisco
Tras la expulsión de los musulmanes de la Península Ibérica en el año 1492, la realidad es que en tierras españolas seguía habiendo personas musulmanas. Estos se ubicaban, sobre todo, en zonas de la costa malagueña, en algunas zonas de las sierras andaluzas y en Valencia, pero estaban continuamente perseguidos por los cristianos.
Morisco sería la palabra que usarían los historiadores más contemporáneos para referirse a aquellos musulmanes que se quedaron en España y que fueron obligados a convertirse al cristianismo a comienzos del siglo XVI para poder permanecer en estas tierras.
Mozárabe
Se podría decir que lo opuesto al morisco es el mozárabe, aunque en este caso no fueron obligados a convertirse a ninguna religión, Es decir, los mozárabes fueron cristianos que vivían en las zonas de dominio musulmán. No estuvieron en ningún momento obligados a profesar su religión pero sí a mostrar lealtad a su estado.
La repercusión de esto es que, finalmente estos cristianos fueron adoptando costumbres de la cultura islámica. De hecho el nombre de mozárabe lo instauraron los propios cristianos. Un dato curioso es que algunos personajes históricos famosos, como las hermanas Justa y Rufina u otros mártires andaluces fueron mozárabes.
En la actualidad también se llama mozárabe al estilo arquitectónico desarrollado durante la época de la ocupación islámica de España, entre los siglos VIII y XI. Fue construido por los musulmanes, pero también por los cristianos y judíos que vivían en las zonas controladas por los musulmanes.
Mudéjar
El término mudéjar es una acepción despectiva que significa "domesticado" (al que se le ha permitido quedarse) y se usa para referirse a los musulmanes que en la Edad Media, vivían en el territorio conquistado por los reinos cristianos peninsulares al Al-Ándalus. La diferencia con los moriscos es que estos se convirtieron al cristianismo, especialmente entre los siglos XV y XVII.
Históricamente este término, al igual que ha sucedido con "mozárabe", ha sido reconocido como un estilo arquitectónico. El estilo mudéjar florece en toda España con grandes obras durante todo el siglo XV, considerándose incluso una forma de construcción netamente española.
Sefardí
Dando un vuelvo hacía la religión judía, cuyas personas también habitaban la ciudad de Sevilla entre 1248 y 1492, los sefardíes eran los judíos que vivieron en la península ibérica desde el siglo I a. C. hasta finales del siglo XV así como sus descendientes expulsados de la Península Ibérica a finales de la Edad Media, que formaron comunidades en diversos países de Europa, el Mediterráneo Oriental y el Norte de África, donde había otros asentamientos judíos.
El término bíblico sefardí proviene etimológicamente de Sefarad, con el que las fuentes hebreas se refieren a la Península.
Al igual que sucedió con los musulmanes que se convirtieron al cristianismo y que fueron conocidos como moriscos, los judíos que se convirtieron a esta religión eran conocidos, peyorativamente, como marranos, ya que se consideraba que estaban practicando un cristianismo fingido.
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