Monumentos que puedes visitar en Sevilla durante la Semana Santa a pesar de que haya procesiones
Muchos de los monumentos más emblemáticos de la ciudad están en zonas de difícil acceso debido al paso de las procesiones de Semana Santa
Gymkana literaria, charlas en la cárcel y talleres gratuitos por el Día del Libro en Sevilla: toda la programación

La ciudad de Sevilla es una de las más famosas de España durante la Semana Santa por la manera en la que se celebra y la larga tradición que la acompaña. Y es que, a pesar de tratarse de una fiesta religiosa, se ha acabado convirtiendo en una celebración que forma parte de la cultura andaluza y cuyo sentimiento va mucho más allá de la devoción y la fe.
Las sesenta hermandades que desfilan por sus calles, la forma en la que los costaleros llevan a sus pasos, las diferentes marchas y el modo en el que se vive esta fiesta en la hispalense hacen que, cada año, miles de turistas de diferentes partes del mundo aterricen en Sevilla para disfrutar de su Semana Santa. Una de las preguntas que puede surgir a la hora de planificar estos viajes es si será posible visitar los monumentos más emblemáticos de la ciudad durante estos días, ya que aunque muchos permanezcan abiertos, sus horarios pueden cambiar y, sobre todo, es difícil acceder a su interior debido a que junto a ellos se generan grandes multitudes de personas para disfrutar de las procesiones.
Esto es lo que sucede con la Catedral de Sevilla, que a pesar de lo que se cree no solo está abierta, sino que permite el acceso a quienes lo deseen para ver a las diferentes hermandades hacer su estación de penitencia. Lo mismo ocurre con los Reales Alcázares de Sevilla, la Casa de Pilatos o las Setas de la Encarnación, que mantienen su horario de visitas durante la Semana Santa (a excepción del Viernes Santo, que el Alcázar cierra sus puertas). Sin embargo, el acceso a los mismos se hace complicado debido a encontrarse en la zona más céntrica de la ciudad y ser zona de paso de las hermandades.
Para quienes deseen visitar lugares emblemáticos y de importancia histórica en Sevilla, pero deseen alejarse de las aglomeraciones, en la hispalense y parte de la provincia hay muchos otros espacios que merece la pena conocer antes de abandonar la ciudad y que desde el Domingo de Ramos hasta el de Resurrección permanecerán abiertos:
Plaza de España y Parque de María Luisa
Debido a que se encuentra algo retirada del centro histórico y a pesar de que en ella procesione la Hermandad de La Paz, cosa que sucede el Domingo de Ramos, la Plaza de España se mantiene abierta durante estos días y su acceso es gratuito. Junto a ella se encuentra, además, el Parque de María Luisa, un remanso de paz si se quiere hacer un descanso entre procesión y procesión, ya que cuenta con numerosas zonas con bancos y césped donde poderse sentar.
Museo de Artes y Costumbres de Sevilla
En el Parque de María Luisa se encuentra, además, el Museo de Artes y Costumbres Populares, que abre sus puertas de martes a sábado, de 09:00 a 21:00 horas y los domingos y festivos cierra a las 15:00 horas. Durante la Semana Santa solo permanecerá cerrado los días 17 y 18 de abril (Jueves y Viernes Santo). La entrada a este espacio es gratuita para todos los ciudadanos y ciudadanas de la Unión Europea y de 1,50 euros para el resto de personas.
Conjunto arqueológico de Itálica
Muy cerca de la ciudad, a unos 15 minutos en coche, se encuentra el conjunto arqueológico de Itálica, uno de los restos más importantes de la península de época romana. A pesar de requerir desplazamiento, merece la pena visitarlo, ya que es de grandes dimensiones e indiscutible relevancia histórica. Tan es así que en sus instalaciones han tenido lugar importantes grabaciones audiovisuales, como parte del rodaje de la serie Juego de Tronos.
Monasterio de la Cartuja de Sevilla
El la Isla de la Cartuja, zona de Sevilla en la que tuvo lugar la celebración de la Exposición Universal de 1992, se encuentra el Monasterio de la Cartuja, hoy sede del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC), en cuyo interior hay tanto exposiciones permanentes como otras que van cambiando a lo largo del año. El Monasterio de la Cartuja tiene su origen en una pequeña ermita franciscana elevada para venerar a la Virgen de las Cuevas (1399). Posteriormente, se transforma en convento cartujano.
También te puede interesar