Visto y Oído
Francisco Andrés Gallardo
Emperatriz
La ciudad de Sevilla tiene una superficie de más de 140 kilómetros cuadrados que se dividen en varios distritos (Sevilla Este, Pino Montano, Los Remedios, etc.). De todos ellos, a nivel turístico tienen especial mención los distrios de Triana y del Casco Antiguo (este último es uno de los mayores de toda Europa).
Las grandes dimensiones de Sevilla junto a la historia de la ciudad y su cultura la convierten en uno de los destinos preferidos para viajar. Recorrer sus calles, visitar sus edificios más emblemáticos, comer en sus bares y contagiarse de su ambiente son algunos de los planes preferidos para quienes la visitan por primera vez. Sin embargo no siempre se cuenta con el tiempo para poder disfrutar de Sevilla como se merece. Por eso desde Vivir en Sevilla hemos creado una ruta de imprescindibles por la hispalense para quienes no tengan la oportunidad de pasar más de unas horas aquí pero quieran acercarse lo máximo posible a ella.
Sevilla tiene muchas zonas interesantes, pero si el tiempo apremia lo mejor es desplazarse al Casco Histórico y no salir de él.Tanto el metro como algunos autobuses de línea tienen parada en esta zona de la ciudad. También se puede llegar a pie e incluso en coche, ya que cuenta con numerosos aparcamientos por la zona. Eso sí, los más céntricos son de pago.
Por suerte la mayoría de monumentos están muy cerca unos de otros por lo que desplazarse caminando desde los dos que están más lejos el uno del otro lleva unos 30 minutos a ritmo normal. Aquí los hemos enumerado para que el recorrido pueda hacerse en este orden sin dejarse nada atrás:
Estos tres monumentos, declarados Patrimonio de la Humanidad, se encuentran ubicados en la misma zona de Sevilla. Se puede acceder al lugar en el que están por la calle Alemanes, desde la Avenida de la Constitución o desde la calle Mateos Gago. Desde las tres vías las vistas de estos edificios son espectaculares.
En caso de visitar el interior de uno de ellos debes saber que la Catedral de Sevilla es la catedral gótica más grande del mundo. Su interior es similar al de una catedral católica y se puede subir a la Giralda a travñes de una larga cuesta. Desde arriba hay una vista panorámica de toda la ciudad. En el caso de los Reales Alcázares estos cuentan con una zona de palacio que arquitectónicamente es inigualable y con una zona ajardinada de gran tamaño que no deja indiferente a nadie. La visita de cada uno de los monumentos dura en torno a las dos horas, como mínimo, si se quieren ver con calma.
Aunque los monumentos de esta zona acaparen el protagonismo en la ciudad, adetrarse en la antigua Judería sevillana es hacer un viaje al pasado. En el barrio de Santa Cruz se puede disfrutar de callejones blancos y estrechos, de plazas coronadas por fuentes y de muchas flores que salen de cada uno de los balcones de esta zona de la ciudad. Un consejo: para adentrarte en este barrio, hazlo por el Patio de Banderas y cuando rebases la puerta, mira atrás. Las vistas de la Giralda desde este lugar son impresionantes. Llegardesde esta zona hasta el callejón del Agua para continuar hacia la Plaza de Santa Cruz es un buen recorrido para disfrutar de las calles de este mágico barrio.
La Plaza de España, obra del arquitecto Aníbal González, fue construida con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929. Su forma semicircular y sus bancos, que representan a cada una de las provincias de España, querían simular el abrazo que España daba a América a colación de la muestra que tuvo lugar en el siglo XX. Se puede llegar a ella desde el barrio de Santa Cruz a través de los Jardines de Murillo, también de gran belleza.
Frente a la Plaza de España se encuentra el Parque de María Luisa, unos jardines de gran extensión con varias zonas dedicadas a escritores como Becquer que cuenta con estanques y lugares de descanso muy agradables.
Cerca del Parque de María Luisa y transitando por el paseo del Río se puede llegar a la Torre del Oro. Las vistas de este monumento desde el Puente de San Telmo, que es el más próximo, dejan boquiabierto al que pasa por allí, especialmente durante la puesta de sol. La Torre del Oro perteneció, antaño, a la muralla de la ciudad de Sevilla, por lo que se trata de una torre albarrana que tiene 12 lados en su construcción principal.
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Esta estructura cuyo nombre oficial es Metropol Parasol es la más reciente de todas las anteriores y es obra del arquitecto alemán Jürgen Mayer.
El diseño de las Setas toma como inspiración los ficus centenarios de la Plaza de San Pedro y las bóvedas de la Catedral de Santa María de la Sede de Sevilla. La obra se construyó con la intención de alojar un mercado en su interior, como el que hay en la actualidad, y de que en su parte alta hubiera un gran mirador. Es la obra con mayor superficie de madera construida hasta la fecha. Cuenta con una estructura única de 150 x 70 metros, con una altura de 28,5 metros, aproximadamente. Desde su mirador hay unas imponentes vistas de la ciudad de Sevilla. La mejor hora para subir hasta aquí es, sin duda, la del atardecer.
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