Cuál es la mejor época del año para visitar Sevilla sin que esté masificada

Imagen aérea de la Catedral de Sevilla
Imagen aérea de la Catedral de Sevilla / D.S

Sevilla, capital de Andalucía, es una de las ciudades con más relevancia histórica de toda España y una de las más pobladas del país por detrás de otras como Barcelona, Madrid o Valencia.

Su casco antiguo es el más grande de la península ibérica y uno de los más grandes de Europa, lo que demuestra que es una ciudad con un pasado importante, especialmente en torno al siglo XV, cuando se convirtió en uno de los epicentros mundiales el relación al mercado con las Indias y América.

Además de esto, Sevilla es una de las cunas del flamenco junto a las demás ciudades de Andalucía. Sus fiestas más conmemorativas son la Feria de Abril y la Semana Santa, por lo que no es raro pensar que la primavera es una de las mejores estaciones del año para visitar la ciudad. El inconveniente es que en estas fechas suele estar más masificada. Desde Vivir en Sevilla te contamos cuáles son las mejores fechas para conocer y disfrutar de la ciudad y por qué.

Temporada alta y baja

En Sevilla se considera temporada baja, por lo general, a los meses de verano, ya que las temperaturas son muy elevadas (más de 40 grados) y no cuenta con zona de playa. Pasear por la ciudad en las horas centrales del día se convierte en una actividad de riesgo por lo que, aunque sean muchos turistas los que aprovechan para visitarla en estas fechas, no es la mejor idea si se quiere aprovechar el tiempo y disfrutar de la ciudad.

La temporada alta comienza, de esta manera en septiembre, vuelve a bajar de noviembre a febrero y, en torno al mes de marzo, vuelve a subir. No obstante hay algunos establecimientos que durante la Navidad mantienen los precios de la temporada alta.

Primavera y otoño

Si bien es cierto que es la estación por antonomasia para visitar Sevilla por sus temperaturas agradables, en torno a los 25 grados, y lo bonita que se encuentra con decenas de flores en todos los balcones, parques y jardines, también es la que más turistas recibe gracias, principalmente, a sus dos grandes festividades: la Feria y la Semana Santa. Aunque son dos semanas en las que la ciudad se engalana y se trata de eventos que son dignos de disfrutar, en estas fechas los precios de los alojamientos suelen dispararse, la ocupación hotelera suele estar completa y la posibilidad de disfrutar de la hispalense sin tanto turismo se reduce notoriamente.

El hándicap, además, de los días en los que se celebra la Semana Santa es que la ciudad, especialmente la zona centro, está cortada y visitar sus monumentos se hace prácticamente imposible. Si quieres visitar la Catedral, subir a la Giralda o recorrer los Jardines del Alcázar y el barrio de Santa Cruz, no lo hagas en Semana Santa.

La Feria de Abril, en cambio, de desarrolla en un recinto ubicado en el barrio sevillano de Los Remedios, por lo que a menos que uno se desplace hasta allí, podrá disfrutar de la ciudad. El inconveniente es que en estas fechas las actividades culturales se reducen considerablemente en el centro de la ciudad y la ocupación hotelera suele estar en sus máximos durante estos días.

Ambiente en el real una tarde de Feria de Abril.
Ambiente en el real una tarde de Feria de Abril. / Juan Carlos Vázquez

El mejor mes de la primavera

Si lo que se quiere es evitar las aglomeraciones y estas dos fiestas que normalmente se desarrollan en abril, un buen mes para disfrutar de la hispalense es marzo.

Las temperaturas son aún moderadas y no tan elevadas como en el mes de mayo y el azahar comienza a brotar en los cientos de naranjos que recorren la ciudad, inundando a la hispalense de un aroma que todos los sevillanos y sevillanas aprecian cuando llegan estas fechas. Aunque es posible que haya días de lluvia, las precipitaciones son aun más probables en abril. Además, en muchos establecimientos aun no han instaurado los precios de la temporada alta por lo que suele ser más asequible alojarse en la ciudad durante este mes.

El azahar
El azahar / Ruesga Bono

El mejor mes de otoño

A partir de septiembre las temperaturas en Sevilla comienzan a descender y la ciudad empieza a recuperar su ritmo habitual tras los meses de verano. Si bien es cierto que los precios de los alojamientos pueden incrementarse en este mes, es más agradable visitar la hispalense durante estos días en los que sigue siendo verano, incluso con más calor que en otros lugares de España. El número de turistas no suele ser elevado y aunque los días son más cortos, se sigue haciendo mucha vida en las calles hasta bien entrada la noche.

Una pareja pasea por Marqués de Contadero
Una pareja pasea por Marqués de Contadero / Antonio Bret

Sevilla en invierno

A partir de noviembre las temperaturas caen y los días de lluvia pueden ser más habituales, aunque no son muchos durante el año. No obstante, los precios de los alojamientos son más bajos y la cantidad de turistas desciende considerablemente. La ciudad durante la Navidad está especialmente bonita y sus puestos de castañas y los coros de campanilleros la convierten en un lugar mágico. Eso sí, las masificaciones de personas comprando y viendo las luces están aseguradas.

Las imágenes del alumbrado de Navidad en Sevilla
Las imágenes del alumbrado de Navidad en Sevilla / Antonio Pizarro
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