Cinco lugares clave en los que aún quedan huellas de la Inquisición en Sevilla
Muchos de estos sitios guardan una historia espeluznante pero pasan desapercibidos.
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Sevilla es una de las ciudades de España que más relación guarda con la Inquisición, una institución creada en el siglo XV por los Reyes Católicos encargado de mantener la ortodoxia católica en sus reinos y perseguir a quienes no fueran fieles a ella (los conocidos como herejes). El tribunal de la Inquisición sevillana fue el primero que se introdujo en Castilla, llegando los primeros inquisidores en diciembre de 1480 a la hispalense y permanenciendo en ella durante más de 300 años, hasta principios del siglo XIX.
Aunque los insiquidores ocuparon espacios muy importantes de la ciudad que aún se mantienen en pie, como el Castillo de San Jorge, lo cierto es que aun quedan vestigios de esta época de la historia de España en algunos lugares que pasan más desapercibidos, pero que fueron testigos de los actos de la Santa Inquisición Española.
Iglesia de la Magdalena
El primer lugar en el que se instaló la institución de la Inquisición en Sevilla fue en el antiguo convento de San Pablo, un lugar del que actualmente solo sobrevive la iglesia de La Magdalena. Una cruz franqueada por una espada -la justicia- y un ramo de olivo -la misericordia- decoran la cúpula de entrada al templo por la calle San Pablo. Es el escudo de la Santa Inquisición que nos recuerda que la Orden de Santo Domingo tuvo un papel muy principal en ésta.
Cárcel del Castillo de San Jorge
En en año 1481 la Inquisición decide emprender su traslado y se instala en el Castillo de San Jorge, en Triana. Esta fortificación en la margen derecha del Guadalquivir es de origen visigodo y fue construida para la defensa de la ciudad por lo que era el lugar perfecto para que esta institución encarcelara a los presos del Santo Oficio. Este es el motivo por el que se le da nombre de Callejón de la Inquisición a la pequeña calle que conecta Castilla con la orilla del río, puesto que era el sitio por el que pasaban quienes iban a ser juzgados o ya estaban condenados. En la actualidad este castillo se puede visitar y en un interior hay un museo para conocer su historia.
Quemadero del Prado de San Sebastián
Este sitio pasa más desapercibido a pesar de encontrarse en una zona tan transitada de la ciudad como es el Prado de San Sebastián. se trata de uno de los quemaderos de la Inquisición que aun a día de hoy se puede ver en la glorieta de San Diego, junto a la estatua del Cid. Esta zona, al igual que Tablada, se consideraba un terreno maldito donde verdugos y herejes se daban cita para acabar con sus vidas. La última ejecución en la hoguera se produjo en el año 1781 y tuvo como protagonista a una monja acusada de sacrilegio.
Plaza de San Francisco
La actual Plaza de San Francisco fue la protagonista de presenciar los juicios que se celebraban de cara al público y para los que llegaron a construir gradas parecidas a las que vemos hoy para presenciar los pasos de la Semana Santa sevillana. Desde estos sitios los vecinos y vecinas de la ciudad veían las condenas como si fuera un espectáculo.
En una de las esquinas del edificio que hoy ocupa el Ayuntamiento de Sevilla se puede ver la Cruz de las Siete Cabezas. Esta escultura representa el cese de los lamentables actos de la Plaza de San Francisco.
Camerín de la Virgen de los Gitanos
Otro de los detalles de esta época que pasa desapercibido en la ciudad se encuentra en el camerín de la Virgen de Las Angustias de Los Gitanos, en el que aparece grabado el escudo de esta institució, con la cruz, la rama de olivo y la espada, al igual que sucede en la puerta de la iglesia de La Magdalena.
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