Mitos y leyendas sobre el origen de la tapa y cinco opciones típicas de la gastronomía sevillana
Entre la multitud de comidas típicas que se pueden degustar en la provincia existen algunas opciones muy famosas que, además, son veganas.
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Una tapa es una pequeña porción de alguna comida o guiso que se sirve para acompañar a una bebida. Se suele argumentar que su origen etimológico viene de la antigua costumbre de tabernas y mesones de tapar copas y vasos con un trozo de pan o con una rebanada de jamón, para impedir que entrase suciedad o acudieran las moscas a su interior.
Además, muchos investigadores ubican el nacimiento de este concepto culinario en el sur de la península. Sin embargo existen otras versiones sobre su origen que, aunque no sean tan populares, también han perdurado a lo largo de la historia.
La leyenda de Alfonso X el Sabio
Otra de las teorías sobre el origen de la tapa se remonta al siglo XIII, concretamente cuando Alfonso X El Sabio tuvo que tomar vino por prescripción médica para recuperarse de una enfermedad.
Para ello, según cuenta la leyenda, el rey lo tomaba acompañado de pequeños bocados para evitar los efectos del alcohol. Según parece le gustó tanto la idea que, tras recuperarse, ordenó que en los mesones de Castilla se sirviese el vino con algo sólido, como pan o embutidos.
Los Reyes Católicos y las moscas
Otra versión sobre su origen cuenta que que el término surgió en un viaje de los Reyes Católicos a Cádiz. Estos pararon en una taberna de San Fernando que estaba repleta de moscas y el rey pidió al tabernero que cubriera su vaso de vino con una loncha de algo que tuviese a mano. Resultó ser un pedazo de queso y "aquí tiene su tapa, majestad" la frase con la que acompañó el gesto, según la leyenda.
El viento de Cádiz y Alfonso XIII
Esta versión es prácticamente similar a otra protagonizada por Alfonso XIII, que paró en el mesón Ventorrillo del Chato de camino a Cádiz para tomar un vino. Estando sentado en la terraza se levantó un viento que hizo que el rey cubriera su bebida con una loncha de jamón para que no le entrara polvo.
Sea cual sea su origen, Sevilla, al igual que el resto de provincias de Andalucía, es famosa por su tapeo en las calles. Ya sea sentado o de pie, en mesas altas o apoyado en la barra del bar, salir a tomar tapas tanto en la capital como en los pueblos, especialmente cuando hace buen tiempo es toda una tradición.
Entre los platos más típicos de la gastronomía sevillana encontramos opciones para todos los gustos: con carne y pescado, frías, calientes, con verduras e incluso en forma de bebida. Cinco de las opciones más típicas de Sevilla son:
Espinacas con garbanzos
Es una de las opciones de la comida sevillana apta para personas veganas. Se trata de un plato que, sobre todo, se come en las casas aunque desde hace años también se puede degustar en forma de tapa en los bares de la provincia. Se hace a base de espinacas, ajo, pimentón, aceite de oliva, pan frito y garbanzos, que tradicionalmente provienen de las plantaciones de la Campiña sevillana.
Gazpacho
Se trata de una sopa fría, apta para veganos, que se toma en ocasiones como si fuera una bebida y que es muy parecida al salmorejo, propio de Córdoba. Los ingredientes principales del gazpacho son los tomates, el ajo, pimiento, pan duro, aceite de oliva, vinagre, sal y agua, aunque en muchas ocasiones también se le echa pepino e, incluso, cebolla, aunque este último ingrediente no es nada usual en Sevilla.
El gazpacho se puede tomar como si fuera una sopa a la que condimentan con las mismas hortalizas que lleva, pero cortadas en cubos, huevo e incluso jamón. En otras ocasiones y cuando llega la temporada de recogida de tomates se puede servir como una bebida a la que acompañan con hielo.
Huevos a la flamenca
De los huevos a la flamenca no hay una receta única y exclusiva. En todas sus versiones se usa una combinación de verduras salteadas a las que se suele añadir jamón o chorizo y que se culmina con un huevo frito que cubre el plato. Puede llevar tomate, ajo, patata, pimientos, cebolla, etc. Se considera que esta receta nace como una comida de aprovechamiento, reuniendo varios productos que se tienen en las casas sevillanas para crear un nuevo guiso.
Cazón en adobo
Con el pescado que procede tanto de Cádiz como de Huelva en Sevilla se le añade al cazón y a otros pescados como los boquerones un aliño a base de vinagre y ajo que, una ves fritos con harina aportan un olor y un sabor inconfundibles.
Carrillada
La carrillada es la carne que proviene de los mofletes del cerdo y se caracteriza por ser sumamente tierna y tener mucho sabor.
Tanto en las casas como en lps bares se toma en tapa porque es una comida muy copiosa que, en grandes cantidades, puede resultar bastante pesada. Esta tapa puede acompañarse de patatas fritas o de verduras y consiste en un guiso de la carne con cebolla, ajo, zanahoria, laurel y vino a fuego lento que aportan mucha jugosidad al plato.
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