LaLola de Javi Abascal celebra con gozo sus diez primeros años
El gran chef vasco Andoni Luis Aduriz ejerció de maestro de ceremonias en la fiesta de cumpleaños del restaurante que apuesta por el cerdo ibérico
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Entrevista con Javi Abascal
Sevilla/Fue con una fiesta con familiares y amigos. Hasta un centenar de allegados se acercaron una vez más a disfrutar con LaLola. Y de paso, felicitarla por sus diez primeros años de vida. El restaurante que abrió con un punto de audacia Javier Abascal en el Hotel One Shot Palacio Conde de Torrejón se ha asentado como una oferta gastronómica referencial en Sevilla. Y con algo que se echa de menos no pocas veces en la oferta culinaria de una ciudad: un trazo personal, una rabiosa personalidad. Abascal ha convertido el cerdo ibérico en el eje sobre el que orbita su inspiración.
Entre los amigos que no se lo quisieron perder estuvieron el chef Jesús León, de Señor Cangrejo; y Rafa Liñán, de Barrabaja. También estuvo representado el Grupo Manolo Mayo y Alimentari. Y de fuera de la provincia llegó todo un ilustre: el gran cocinero vasco Andoni Luis Aduriz, quien ha llevado su restaurante Mugaritz hasta las mismísimas estrellas. La misma brillantez de sus platos, que a veces suscitan profundos debates, fue la que mostró el easonense de 53 años en un diálogo Javier Abascal, en un escenario habilitado en el salón, que rezumó espontaneidad, humor y sobre todo amistad de la buena. De la genuina.
"Si estais aquí es porque sois importantes para mí..." comenzó el anfitrión, quien agradeció a todos los asistentes compartir ese momento tan especial para él: "Muchas gracias a todos por compartir el camino, porque el camino ha sido duro...". Aduriz le tomó el testigo, visto que la emoción le podía a Abascal. "Según datos sobre la mortalidad empresarial, y yo nunca había oído el concepto de mortalidad empresarial, me he quedado flipado, antes de los cinco años el cincuenta por ciento de los restaurantes cierran, y el setenta por ciento no llega a los diez. Así que cuando un restaurante celebra su décimo aniversario, es una celebración no sólo del local, sino del barrio, de la ciudad, de su gente... Es un museo vivo a la vez. Un poco de todo, estamos hablando del patrimonio vivo. Cuando le das vida a recetas que vienen de muy antiguo estás haciendo un trabajo impresionante para mantener todo eso. ¿Has cogido ya aire?", remata con humor dirigiéndose a su colega.
El chef vasco siempre ha demostrado una visión muy particular del mundo de la cocina. Y del mundo en sí. "¿Por qué medimos las cosas en tiempo, cuando las podemos medir en latidos, en abrazos, la vida se puede medir en sonrisas, en miradas, en bocados, en acordes del alma, en tantas cosas... Eres una persona muy sensible, de las más que conozco, y deberías medir eso porque de hecho eres hipersensible (risas) y todo lo llevas a un plano muy personal, y a veces debes hacer un poco de distancia para que la vida no te coma. Han sido también diez años de lágrimas y de dudas. Esa hipersensibilidad tuya es como una pesa que hace que relativices las cosas menos que otros. Tienes doble mérito que otros. Eres muy generoso, muy leal y muy amigo de sus amigos. Y esto, en este mundo, se agradece mucho".
Abascal tenía preparadas preguntas para Aduriz. La primera: "¿Cómo ves LaLola, a mí y a la gente que la regenta desde que nos conocimos hasta hoy?" "La gastronomía de un país o una cultura es un reflejo de su sociedad. Sociedades sofisticadas tienen cocinas sofisticadas. Tras mayo del 68, en el 69-70 arranca el movimiento de la nueva cocina francesa... Y yo entonces me pregunto cómo es la sociedad sevillana...". "La sociedad sevillana es complicada", le interrumpe Abascal, provocando la carcajada de los asistentes. "Esa hipersensibilidad y tu concepto de la lealtad se refleja en lo que yo voy comiendo en tu restaurante. Los restaurantes, como los perros, acaban pareciéndose a sus dueños. La evolución de Lalola ha sido un reflejo de cómo has evolucionado tú". "¿Y cómo me quito esas hipersensibilidad para poder subir solamente y no bajar?" Otra pregunta a Andoni Luis. "Joder, soy cocinero, no psicólogo...". Más carcajadas antes de la sentencia: "La hipersensibilidad no es un síntoma de debilidad, sino de grandeza".
Tras los parlamentos y las risas (Aduriz también se pasó por Lieva, el restaurante que Abascal acaba de abrir en Fuenteheridos), empezaron a desfilar las bandejas con varias de las creaciones emblemáticas del cocinero sevillano, desde su ensaladilla a las castañetas. Todo, regado con un magnífico fino de Fernando de Castilla, champán francés. Pura efervescencia tras una década de gozo.
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