La Isla: La elegancia y la calidad se visten de mesas altas

Tras la barra

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Tras la barra. Restaurante La Isla / José Ángel García

La vitrina del restaurante La Isla es una ventana al mar de las costas andaluzas y gallegas. Una especie de escaparate de joyería donde se expone el tesoro de las lonjas en el corazón del Arenal. Lenguados, meros, rodaballos, corvinas, merluzas, nécoras, gambas, ostras y percebes traídos directamente desde los puertos pesqueros de Sanlúcar de Barrameda, Chipiona, Almería, Galicia o Huelva hasta Sevilla en una zona donde también se respira a mar. No en vano este era el nombre que tenía la cercana calle García de Vinuesa.

El número 25 de la calle Arfe es un lugar donde caben recuerdos de tapeo de domingos de antaño y un servicio tan de calidad que hace que cada cliente se sienta exclusivo. 

Hay muchos recuerdos ligados a este restaurante desde que abrió por primera vez sus puertas en 1946. El establecimiento pasó por varias manos y finalmente cerró en el año 2020 para volver a abrir el 25 de agosto de 2021 de la mano de Luis Millán y Leopoldo Parias. El diseño de este espacio, realizado por la firma Urbanarquia, bajo la dirección de la arquitecta Ana Sánchez Barquero, ha conseguido mantener la esencia de un bar de mediados del siglo pasado sin dejar de ser un local actual. Pequeños guiños como los trozos de muro que quedan a la vista dan idea al comensal de la importancia del enclave histórico de la ciudad donde está el restaurante. Prácticamente a un paso de la Catedral, vecino al Postigo y las Atarazanas. 

Desde la llegada, con el recibimiento de Ana Marín, que acomoda a todos con la mejor de las sonrisas, o el trato del maître, Paco López y la pericia en la cocina de Néstor Verutti, todo funciona en una coreografía perfecta con la que disfrutar de un buen rato con mesa y mantel. 

Néstor Verutti, jefe de cocina y Paco López, maître de La Isla / José Ángel García

La responsable comercial y de marketing del Grupo La Isla, Rocío Rodríguez, explicó que una de las novedades para esta temporada de verano son las mesas altas. Ya existían en el interior del local, donde continuarán, y ahora salen a la calle cuatro de ellas. Aquí hay una carta de tapas, pero también se puede tomar cualquiera de las opciones que ofrece el restaurante y hay raciones y medias raciones para compartir. Se trata de adaptar las formas a los nuevos gustos de los clientes. Para tomar esta decisión ha tenido mucho que ver el éxito que han cosechado las tres mesas altas con las que el restaurante cuenta en su interior y que siempre están muy solicitadas. 

Sea en mesa alta o baja, quienes entran en La Isla tienen claro desde el primer momento que la calidad es el sello de la casa. Y no sólo por el producto. Manteles de lino, cubertería de la Cruz de Malta, servilletas de tela. Aquí el cliente tiene la última palabra hasta en cómo prefiere el pescado escogido. La opción de al gusto permite al comensal escoger entre comerlo a la sal, a la espalda, etc. Una materia prima de calidad que se comprueba solo con conocer de dónde viene. Jamón, chacina y carne de Joselito, las anchoas de Conservas Catalina, atún de Gadira, estas son solo algunas de las muestras.

Si imprescindibles son los pescados y mariscos de La Isla, la ensaladilla no se queda atrás. De hecho, es una de las mejores de España. Y no lo dice cualquiera, el año pasado fue una de las finalistas en el concurso anual del congreso San Sebastián Gastronómika. Ganó la de La Viña de Henao (Bilbao). Jugaba en casa. Pero hay vida más allá de la ensaladilla. No se pierdan los huevos rotos con carabineros o las zarzuelas de pescado y marisco, sin olvidar el arroz al señorito. 

Y para completar un buen plato, una copa de vino. Una amplia bodega donde hay multitud de referencias y una apuesta valiente por los vinos de la tierra. Hay de la Sierra Morena de Sevilla como Zancúo, del marco de Jerez, manzanilla de Sanlúcar de Barrameda, de Tierras de Cádiz o de la zona del Condado (Huelva). 

Los propietarios de La Isla, Luis Millán Arcauce y Leopoldo Parias Mora-Figueroa, que también tienen el restaurante Puerta Caleta, en la zona de Viapol, se han hecho cargo del local donde se encontraba el restaurante Miguel Ángel, cercano a la estación de Santa Justa. La fecha prevista para su apertura es otoño de 2024. Un local que estará en la línea de La Isla por el concepto de taberna marinera donde no faltará una vitrina de grandes dimensiones para mostrar la característica excelencia de sus pescados y mariscos. 

El horario de apertura durante los meses de julio y agosto es de 13:00 a 00:00 de lunes a viernes. El horario de cocina es de 13:00 a 16:00 y de 19:30 a 23:15. Esto no quiere decir que de 16:00 a 19:30 no se pueda tapear, porque el servicio de barra es ininterrumpido. La reservas se pueden hacer en el teléfono 954 21 53 76 o a través de la web del restaurante: https://laislarestaurante.es/.

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