Cuatro de las iglesias más antiguas de Sevilla capital que siguen en uso
Estos templos son un importante legado histórico para la ciudad de Sevilla
Cinco templos religiosos escondidos en Sevilla que son auténticas joyas
Sevilla cuenta con uno de los cascos antiguos más grandes de toda Europa. Su interior lo conforman calles encaladas y tortuosas adornadas por balcones y patios llenos de flores, suelos empedrados, fuentes ocultas y un elevado número de templos religiosos que convierten a la hispalense en una de las ciudades del mundo con mayor número de iglesias. Aunque no todas se encuentren en el interior del Casco Antiguo, sino que están repartidas por diferentes barrios de la ciudad, es en el centro de la capital donde se aglutinan buena parte de ellas.
Tan es así que muchos de estos templos son espacios no solo de devoción sino también de paso para turistas y curiosos que quedan admirados por su arquitectura, sus pinturas y la historia que hay detrás de estos edificios. Pero, de todas las iglesias que habitan la ciudad, ¿cuáles fueron las primeras en construirse y siguen abiertas a día de hoy?
Iglesia de Santa Ana
Mandada a construir en el siglo XIII por Alfonso X El Sabio después de curarse de una enfermedad ocular, esta iglesia es conocida como la Catedral de Triana. El templo se convirtió en la parroquia del barrio, reemplazando a una pequeña iglesia ubicada en el castillo de San Jorge tras la reconquista de Sevilla.
La construcción del templo comenzó en 1266, dirigida por maestros canteros castellanos y alarifes musulmanes. La iglesia de Santa Ana fue el primer templo erigido de nueva planta en Sevilla tras su reconquista en 1248.
La parroquia se encuentra en la calle Párroco don Eugenio y está abierta al público en horario de lunes a sábado, de 10:30 a 13:30 y de 19:00 a 21:30 horas. Los domingos el templo permanece abierto de 09:30 a 13:30 y de 19:00 a 21:30 horas.
Parroquia de Omnium Sanctorum
La Parroquia de Omnium Sanctorum se encuentra en la calle Peris Mencheta, número 2, en el Casco Antiguo de Sevilla. Este templo fue erigido tras la Conquista de la ciudad, en el año 1249.
En origen se reaprovecharon las instalaciones de una vieja mezquita almohade, efectuándose una primera reforma en tiempos de Pedro el Justiciero tras el terremoto de 1355. En el año 1936 la parroquia se incendiaría y de ella solo quedarían en pie los muros y las pilastras, tras lo cual el edificio fue restaurado gracias al arquitecto Juan Talavera y reabierto al público el 12 de octubre de 1940, día de la Virgen del Pilar.
La fachada principal del edificio, del siglo XIII, da a la calle Feria, lo que la convierte en una de las construcciones más emblemáticas de esta popular vía sevillana. En la actualidad este templo está abierto tanto para visitas como para escuchar la misa que ofrece los días laborables y los domingos. Los horarios están recogidos en su página web.
Iglesia de San Gil
Catalogada como Bien de Interés Cultural, la iglesia de San Gil está situada junto a los restos de las murallas de Sevilla y al Arco de la Macarena. Su fundación data de la segunda mitad del siglo XIII, tras la conquista de la ciudad por Fernando III el Santo. Al igual que sucede con otros templos religiosos, la de Sam Gil también es una de las iglesias denominadas como alfonsinas, ya que se edificaron durante el reinado de Alfonso X el Sabio.
Según algunos historiadores pudo construirse sobre una antigua mezquita. De su primera época se conservan en la actualidad la cabecera y el tramo transversal del edificio. En su interior guarda lienzos del siglo XVIII del círculo de Martínez Montañés.
Iglesia de Santa Marina
La Iglesia de Santa Marina se levanta en la calle San Luis y su construcción primitiva puede datarse en la segunda mitad del siglo XIII, como sucede con el resto de templos mencionados, lo que la convierte en una de las más antiguas de la capital que siguen hoy abiertas.
La iglesia de Santa Marina destaca por su aspecto diáfano y austero, con una torre adosada al templo hecha en ladrillo que le da un aspecto medieval. La primera referencia bibliográfica conocida (Ortiz de Zúñiga) señala el gran terremoto de 1356 como causa de una reparación o reedificación del templo a expensas del Rey de Castilla, Pedro I. En siglos posteriores se construirían las capillas de la Virgen de la Aurora y la de la Virgen del Amor así como la Bautismal y las dependencias anejas al edificio principal que aún se conservan. Este templo es la sede canónica de la Hermandad de la Santa Cruz y la Sagrada Resurrección.
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