El homenaje de Fernando VII a su hija en Madrid: la historia detrás de las farolas que se están instalando en Sevilla

Desde este jueves, el centro de Sevilla tendrá un aspecto diferente. Las antiguas "farolas de carretera" van a ser sustituidas por las farolas de tipo 'fernandina' en la calle Sierpes, que sustituirán las luminarias "de carretera" que aún existen en esta céntrica vía comercial. Se trata de una actuación enmarcada en un proyecto que contempla 804 nuevos puntos de luz en 68 calles, con una inversión de 734.000 euros, "que va a mejorar la eficiencia energética y el sistema de telegestión del alumbrado público con estas lámparas LED".

Además de Sierpes, se instalarán farolas fernandinas en Sagasta, Cerrajería, Entrecárceles, Francisco Bruna, Pedro Caravaca, Méndez Núñez, O'Donnell, Alfonso XII, Cuna, Hernando Colón, García de Vinuesa, Javier Lasso de la Vega, Orfila, Tarifa, Santa María de Gracia, San Miguel, Aponte, Amor de Dios, Delgado, Correduría, Trajano, Jaén, Madrid, General Polavieja, Almirante Bonifaz, Feria y Rioja. En total, serán 214 unidades, con un importe de 433.802 euros.

Así son las farolas fernandinas

Estas farolas fueron realizadas en 1832 por la Compañía Jareño, este dispositivo de iluminación tiene candelabros de tres brazos que se instalaron en el exterior del Palacio Real, en el Paseo del Prado, en la Carrera de San Jerónimo y en las calles Montera, Carretas, Mayor y Alcalá en Madrid capital.

Estas farolas tienen una fecha grabada en la base que esconde un homenaje del rey Fernando VII a la Infanta María Luisa Fernanda de Borbón, su segunda hija, con motivo de su nacimiento el 30 de enero de 1832. Por ello estas farolas reciben el sobrenombre de "fernandinas" y suelen seguir un mismo patrón: junto a la fecha de nacimiento de la Infanta María Luisa aparece grabado el anagrama de Fernando VII, compuesto por dos "F" y un "VII" dentro de un escudo, rematado por dos coronas.

Fueron estas farolas y candelabros las primeras en las que funcionó la iluminación por gas y más tarde se hicieron ensayos con la luz eléctrica para permitir que sirvieran en la época actual. La mayoría de las farolas que tienen este aspecto a día de hoy son réplicas de aquellas farolas decimonónicas, conservando la elegancia y la presencia de este tipo de iluminación en la ciudad, aunque hay algunas de estas farolas que son las originales y se encuentran en la Calle Bailén, la Plaza de Oriente o el Paseo del Prado de Madrid.