La historia de la Torre de la Plata y la causa de su aislamiento
Esta torre formaba parte de la muralla que rodeaba a la ciudad y quedó en el olvido después de que derribara el muro que la unía a la Torre del Oro.
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Una de las torres más famosas de Sevilla es, junto a la Giralda, la Torre del Oro, de la que todo el mundo que pasa por la capital conoce su existencia. Sin embargo, muy cerca de ella aunque bastante más escondida hay otra torre con mucha historia a la que catalogan como su hermana pequeña: la Torre de la Plata.
Esta construcción es de planta octogonal y lados irregulares en la cual se sabía de la existencia de dos dependencias, una superior y otra inferior que funcionaba de aljibe para recoger el agua.
Un poco de historia
La Torre de la Plata está ubicada en la calle Santander, en el Casco Antiguo de Sevilla. La obra la construyeron los almohades en el siglo XIII y formaba parte de las murallas que rodeaban la ciudad, al igual que la Torre del Oro con la que se anexionaba con un muro.
Aunque desde sus orígenes se la conoció por el nombre que tiene en la actualidad, cuando el rey Fernando III llegó al poder decidió cambiarle el nombre por el de Torre de la Victoria, pero popularmente nadie la conocía de esta manera. En tiempos de Alfonso X era también conocida como torre de los Azacanes.
Una torre en el olvido
A partir del siglo XVI en Sevilla la muralla había perdido su función defensiva y en algunas zonas de la ciudad se comenzó a construir, incluso, sobre ella, utilizándose como soporte de casas y comercios.
Esto trajo consigo que la Torre de la Plata quedara desconectada aunque no fue hasta el año 1868, ya en el siglo XIX cuando esta construcción se aísla del todo y cae, prácticamente, en el olvido. Se inicia, de esta manera, su abandono y deterioro, hecho que no hizo más que agravarse después de que empezaran a construir a su alrededor edificios, obras del arquitecto Vermondo Resta, que acabarían ocultándola.
Tan es así que a finales del siglo XX, hace poco más de 30 años, llegó a funcionar como lugar de asilo para personas que no tenían hogar. No sería hasta el año 1992 cuando se decidieron a restaurar tanto la torre como su entorno con motivo de la celebración de la Exposición Universal de este año. Además también se construyó un aparcamiento abierto que permitía poderla contemplar de cerca.
Sobre el origen de su nombre no se conoce con certeza de dónde viene pero es posible que tras su construcción los paramentos de la torre estuvieron cubiertos por un enlucido encalado que al reflejo parecieran plateados, de ahí el nombre de Torre de la Plata con el que siempre se ha conocido a esta atalaya.
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