La curiosa historia del origen de los campanilleros y su relación con Sevilla

Los campanilleros que conocemos hoy día tienen sus orígenes muchos siglos atrás, concretamente, en el siglo XVII. La trascendencia de sus cantes ha sido tal que no de extrañar que hayan perdurado hasta la actualidad, aunque con mofidicaciones.

Los campanilleros son agrupaciones musicales cristianas que se formaban, principalmente, por campesinos, que se popularizaron en torno al siglo XVII y que han seguido existiendo con el paso de los años. Estas agrupaciones fueron especialmente notorias en Extremadura, Castilla la Mancha, Murcia y Andalucía y guardan una relación directa con el rosario de la aurora, una tradición católica que consiste en rezar el rosario de madrugada, o durante el amanecer, en procesión. Este día se celebra, en concreto, en festividades de adviento, es decir, antes de la Navidad. Pero, ¿qué hacían los miembros de estas agrupaciones?

Los campanilleros, a los que en consecuencia también se les conocía como 'auroros' en algunas zonas, se dedicaban a procesionar por las calles de los pueblos de madrugada mientras tocabas instrumentos populares. Entre ellos empleaban campanas o campanillas, de ahí que hayan adquirido este nombre. Durante su marcha animaban a los vecinos y vecinas a que se unieran al rezo mientras cantaban los diferentes eventos que forman parte de estos misterios que se rezan en el rosario.

El villancico flamenco

Seía el cantaor jerezano Manuel Torres quien, después de participar en uno de estos rezos, se uniría al guitarrista sevillano Niño Ricardo para cantarlo con el acompañamiento de la guitarra. En el año 1929, este cante se acabaría convirtiendo en un palo flamenco que interpretarían artistas como José Mercé, la Niña de la Puebla o Rocío Jurado. La letra original, con una connotación mucho más religiosa, se modificaría a una composición de corte andalucista que ha trascendido hasta nuestros días.