La trágica historia detrás de la mujer que da nombre al parque de María Luisa de Sevilla
El parque recibe ese nombre por María Luisa Fernanda de Borbón, quien lo cedió a Sevilla.
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El Parque de María Luisa es el recinto ajardinado cerrado más grande y emblemático de Sevilla. Se inauguró como parque en 1914 y antes de esta fecha conformaban los jardines privados del palacio de San Telmo, que por aquel entonces pertenecían a Antonio de Orleans (duque de Montpensier) y a María Luisa Fernanda de Bórbón, su mujer. Fue tras la muerte de él cuando María Luisa de Borbón decidió cederlos a la ciudad. En agradecimiento estos serían nombrados como el Parque de María Luisa.
Sin embargo, más allá del origen del nombre de este recinto ajardinado de gran relevancia en la hispalense, hay una trágica historia relacionada con su protagonista.
La historia de María Luisa Fernanda de Borbón
Hija de Fernando VII y María Cristina, María Luisa nació en el Palacio Real de Madrid en el año 1832, siendo la menor de dos hermanas. En su etapa adulta se casó con Antonio de Orleans, duque de Montpensier.
Tras haber vivido en países como Francia y Bélgica, el matrimonio estableció su residencia en Sevilla en el año 1850 y lo hizo nada más y nada menos que en el Palacio de San Telmo. Con la intención de contar con una zona ajardinada privada, adquirieron el terreno que hoy pertenece al parque y encargaron a Andrés Lecolant, un reputado jardinero francés, que lo embellecieran con caminos señoriales, templetes y pajareras.
Un desenlace trágico
La vida de María Luisa Fernanda de Borbón estuvo marcada por la mala suerte. Irónicamente, aun siendo hija, hermana y madre de reinas, ella nunca pudo reinar, a pesar de que era una de las grandes aspiraciones de Antonio de Orleans. En el año 1879, tras haber parido a nueve hijos, María Luisa ya había tenido que vivir la pérdida de cuatro de ellos: María Amelia (1870), Luis (1874), María de las Mercedes (1878) y María Cristina (1879).
Después de que el duque de Montpensier falleciera en el año 1890, cuando ambos vivían en la hispalense, la infanta decidió ceder los jardines de San Telmo a la ciudad. Ella moriría en dicho palacio siete años después. En 1914 los jardines se inauguraron con su nombre, en agradecimiento al obsequio que la infanta hizo a la ciudad.
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