¿Conoces la historia del escondido Jardín del Valle, en la Macarena?
Esta zona verde junto a la muralla se salvó gracias a la acción de cuatro estudiantes ecologistas de la Universidad de Sevilla.
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Entre la Trinidad y la Puerta Osario, en los límites del Casco Antiguo de Sevilla, se encuentra uno de los más más singulares espacios verdes de esta zona de la ciudad, unos escondidos jardines situados junto a la antigua muralla de Sevilla cuyo origen se remonta al siglo XV, cuando en estos parajes los franciscanos levantaron el Convento del Valle, nombre derivado del lugar donde este se emplazaba.
<>Hoy, el solar en el que un día estuvo el convento lo ocupa el actual Jardín del Valle. Tras ser adquirido por la marquesa de Villanueva en el año 1866 para establecer el Colegio de Religiosas del Sagrado Corazón en el que se ubicó una zona ajardinada, es precisamente el jardín de este colegio lo que, una vez desaparecido, llega hasta nuestros días.
Pero la realidad es que esta zona está abierta al público en la actualidad gracias a la acción de unos estudiantes que lo salvaron de ser edificado.
Los estudiantes ecologistas que lo salvaron
A finales del siglo XX, en los años 70 concretamente, la inmobiliaria del Banco de Granada adquirió este jardín con el objetivo de construir en él algunas viviendas, arrasando de esta manera la gran masa de árboles que hay en este lugar y acabando con su importancia histórica, ya que el jardín conserva una parte de la muralla almohade.
Fue en el otoño de 1977 cuando cinco estudiantes de la Universidad de Sevilla saltaron el muro que rodeaba al Jardín del Valle para tomar algunas fotografías del entorno para mostrar su valor e iniciar, así, una denuncia por lo que se pretendía hacer con él. Sin embargo, al traspasar el muro se encontraron con la Policía armada, que los acabaron deteniendo.
Su deseo por proteger esta zona de la ciudad los llevó a saltar una segunda vez en la que sí consiguieron su objetivo de poder retratar el jardín e iniciar su lucha para protegerlo compartiendo las fotografías en la prensa, sin que trascendieran sus nombres.
El impacto mediático de esas fotos de denuncia fue inmediato e hizo reaccionar a las autoridades municipales. El 10 de enero de 1978 el alcalde denegó la concesión de la licencia de obras. Posteriormente se aprobó su expropiación y se compensó al banco con otros suelos. La ejecución del parque fue posterior.
Estos cinco ecologistas, a los que a día de hoy le debemos el Jardín del Valle, fueron los biólogos Juan Eugenio Mena Cabezas (también ingeniero agrícola), y Curro Oñate, el ingeniero Carlos Gómez Camacho y el fotógrafo Luis Jiménez, que ejercería más tarde como consultor agrario medioambiental y profesor de Biología. El quinto fue Ricardo (no recuerdan su apellido), profesor de Física y Química. Juntos formaban el Grupo Ecologista Autónomo de Sevilla, GEAS. En la actualidad se puede ver un azulejo en el propio jardín conmemorando su acción para salvarlo.
Sobre el jardín
En la actualidad en el Jardín del Valle se distinguen dos zonas fundamentales. Por una parte una zona de gran amplitud cubierta de vegetación y por la otra una plaza a la que se accede nada más entrar. Entre ellas coexisten hasta medio centenar de especies vegetales diferentes.
Así, se pueden encontrar ciruelos, celestinas, damas de noche, adelfas, jacarandas, robinias, naranjos, limoneros, palmeras, etc. También hay otras especies más exóticas, como flores de Pascua, un malvavisco o un espino de fuego, un arbusto espinoso que al florecer se cubre de numerosos y llamativos frutos rojos.
Tanto la muralla como el acogedor carácter del jardín constituyen un pequeño remanso de paz en una zona colmada de edificaciones y un intenso tráfico rodado.
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