Esta es la historia de la granada que hay incrustada en una fachada del centro de Sevilla
En esta fachada sevillana queda el recuerdo de julio de 1843 cuando Espartero y Van Hale bombardearon la ciudad
Ocho lugares del mundo que tienen la visitas restringidas
Sevilla es una ciudad impresionante con mucha variedad entre sus calles, diferentes estilos arquitectónicos se funden a lo largo y ancho del paisaje sevillano. No obstante, es un lugar donde las leyendas, las tradiciones y el paso del tiempo también son protagonistas. Aún quedan diferentes lugares repartidos por la ciudad que exponen los diferentes acontecimientos que han tenido lugar en la capital andaluza.
Para saber más acerca de lo que ha sucedido en Sevilla a lo largo de su historia hay que tener los ojos bien abiertos y prestar atención a los detalles que se encuentran en sus calles. En pleno centro de la ciudad, en la calle Mosqueta, junto a la Puerta de Carmona, hay un elemento extraño en la fachada de una casa, que para muchos habrá pasado desapercibido. Este objeto, se trata nada más y nada menos que de una granada incrustada en la pared de una casa.
Esta granada actualmente se encuentra oxidada y sin carga, de manera que no hay riesgo de que pueda estallar y destruir la vivienda en la que está alojada. Desde 1843 llega este elemento extraño ubicado en esta fachada sevillana y se ha convertido en parte de la historia de la ciudad que habita en sus muros.
Durante la regencia de Isabel II, España atravesaba una época complicada ya que empezaban a surgir los primeros pensamientos más liberales que venían expresando su opinión favorable a la Constitución firmada en Cádiz en 1812. Al frente del ejército protector del gobierno estaba Joaquín Baldomero Fernández-Espartero Álvarez, o sea Espartero quien sería el encargado de que se vivieran noches de terror en la ciudad de Sevilla en 1843.
Según cuenta el Archivo General de Andalucía "En Sevilla, la noche del 11 de junio, un grupo de ciudadanos desarmados vitoreando a la Constitución, a Isabel II y a las libertades fueron masacrados por la caballería". El gobierno de la ciudad, el Ayuntamiento, no pudo contener los ánimos y declaró a Sevilla en rebeldía contra el gobierno tildándolo de "el más injusto y opresor" y por este motivo, se organizó la defensa de ciudad contra la diplomacia de la pólvora.
Se hicieron "obras de fortificación, acopio de armamento y municiones, la creación de dos batallones francos y el aumento de la Milicia Nacional, así como un hospital de campaña en San Telmo, en definitiva, todo lo que podía contribuir a la defensa de la ciudad". Espartero mandó a Sevilla al general Van Halen, quien no dudó en abrir fuego el 18 de julio de 1943. La órdenes eran claras disparar y bombardear la ciudad.
"Testimonio de estos hechos es la granada incrustada en el muro de la casa situada en la esquina de la calle Mosqueta con San Esteban". El total de bombas y disparos que se sucedieron en esos días, con Espartero al frente junto a Van Halen fueron de 606 bombas y 900 balas. Tras estos actos, Espartero fue declarado traidor y huyó al extranjero , mientras Sevilla se proclamaba Invicta.
También te puede interesar
Lo último