Historia de las destilerías de la Sierra Norte de Sevilla, aclamadas en toda España
Las destilerías de la Sierra Norte de Sevilla fueron tan famosas que se contaban por decenas en pueblos como Cazalla de la Sierra
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Desde el anís El Clavel hasta Miura, la Sierra Norte de Sevilla es uno de los lugares de la provincia más famosos por la elaboración de sus destilados. Esta comarca sevillana que comprende los pueblos de Almadén de la Plata, Cazalla de la Sierra, Constantina, El Pedroso, San Nicolás del Puerto, Alanís, El Real de la Jara, Guadalcanal, La Puebla de los Infantes, Las Navas de la Concepción y Villanueva del Río y Minas no solo cuenta con uno de los paisajes más bonitos de la provincia sino que, además, tiene una larga tradición gastronómica y en la elaboración de vinos y destilados.
De esta manera, el pueblo de Cazalla de la Sierra da nombre a un destilado, la cazalla, que se produce todavía artesanalmente en varias localidades serranas. En la vecina Constantina es posible visitar la fábrica y museo de la marca de anís La Violetera, con su alambique centenario, y también en Cazalla, las instalaciones de El Clavel y Miura.
Aunque sus orígenes se fechan en siglos pasados, su elaboración estuvo perdida durante largos años. En la actualidad se ha logrado recuperar esta tradición tan característica y única de la Sierra Norte de Sevilla.
Los orígenes
En la web de El Clavel explican que la tradición de los destilados de Cazalla se remonta al siglo XIII. Posteriomente serían los monjes Cartujos, establecidos en el siglo XV en la zona, quienes aportaron mejoras a los alambiques y alquitaras árabes, convirtiendo a la población sevillana en un centro de referencia para los destiladores de todo el mundo.
En la primera mitad del siglo XX, la localidad de Cazalla de la Sierra alcanzó fama mundial por sus aguardientes, que también se producían en los municipios de Constantina y Guadalcanal. Fue entonces, entre los siglos XIX y XX, cuando muchas sociedades comerciales se establecieron en esta zona para fabricar y vender el aguardiente de la comarca. A lo largo de la historia ha habido 67 fábricas en Cazalla, entre las que destacan marcas como Anís Kruger, Machaquito, Anís Cazalla, Torre del Oro, Triunfante, Giralda, Clavel o Miura, aunque solo algunas de ellas han seguido existiendo hasta la actualidad.
Además de saborearlo en bares y tabernas de este bonito pueblo serrano, se puede visitar el Centro del Aguardiente de Cazalla, un edificio musealizado que nos cuenta la historia de la localidad utilizando como argumento la génesis y devenir de sus afamados vinos y aguardientes. Mediante diferentes paneles, objetos o dispositivos multimedia, el visitante podrá profundizar en el conocimiento de esta bebida seca y transparente, destilada del anís.
Actualmente existen en Cazalla dos bodegas que elaboran estos anisados y que son Anís El Clavel y Anís Miura, ambas conocidas no solo en la zona sino en todo el país. Las dos presentan una amplia gama de licores y tienen como principal referencia la crema de guindas. Por su parte, Constantina vivió en la década de los años 40 su mayor apogeo, pues se contabilizaron 18 fábricas de anís, cinco bodegas exportadoras de vino y dos fábricas de alcohol. Hoy sigue en funcionamiento la destilería de la Violetera, creada en los años 60 y cuyas instalaciones se pueden visitar en la actualidad.
La raíz histórica de estas cepas es tan grande, que se ha llegado a afirma que de las viñas del siglo XVI surgieron los primeros plantones cultivados en América. Sea como fuere, la Sierra Norte de Sevilla, además de destacar por sus bellos paisajes y sus costumbres, también lo hace por una gastronomía inigualable y unos destilados de considerable fama nacional.
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