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Historia del callejero de Sevilla: el secreto del Imperio Romano que guarda la calle Mármoles

En esta estrecha calle sevillana se hallaron los restos del que podría haber sido un templo romano de la época de Hispalis.

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Columnas de la calle Mármoles / José Luis Filpo Cabana

Tanto la provincia como la capital de Sevilla recogen entre sus calles multitud de leyendas sobre el pasado, algunas de ellas basadas en los restos arqueológicos que en ellas se han encontrado y que dotan a la ciudad de una gran valor histórica y cultural. Esto es lo que sucede, entre otros muchos lugares, en la calle Mármoles de Sevilla.

Un importante hallazgo

Esta vía ubicada en el barrio de San Bartolomé, de considerada estrechez y que discurre desde la calle Aire hasta la plaza de Ramón Ybarra Llosent guarda en ella un gran tesoro para la historia de la capital: el descubrimiento de tres columnas de origen romano.

El hallazgo se produjo en el siglo XVI aunque no se sabe a ciencia cierta cómo pero fue de suma importancia porque podría tratarse de los únicos restos visibles de un edificio de la antigua Hispalis romana. Los investigadores sostienen que, además, esta construcción estaba conformada por seis columnas, en total, de 15 metros de altura cada una que fueron repartidas por la ciudad.

Las otras columnas

Dos de estas columnas que conformarían el edificio original de calle Mármoles fueron trasladadas a lo que hoy se conoce como la Alameda de Hércules, en el año 1576.

Este traslado se llevó a cabo por orden del Asistente del Rey, don Francisco Zapata Cisneros (conde de Barajas), para adornar el pase. Estas son las columnas que presiden, hoy día, esta zona de Sevilla y que fueron la base para las famosas esculturas de Hércules y Julio César, los fundadores de la ciudad y que fueron obra del escultor Diego de Pesquera.

El tercero de los se intentó llevar hasta el Alcázar a petición del rey Pedro I 'el Cruel'pero se rompió en el traslado a la altura de lo que ahora es la calle Mateos Gago. Allí quedó visible durante un tiempo y luego fue enterrada en en las inmediaciones de esta vía.

Los fustes que quedaron en a calle Mármoles permanecieron embutidos en una casa de patio hasta que en 1885 el Ayuntamiento de Sevilla la adquirió y procedió a su demolición en 18866.

La historia de las columnas

Las tres columnas que aun quedan visibles en la calle Mármoles formaron parte, según las investigaciones, de un antiguo templo romano de la antigua colonia Iulia Romula en Sevilla (Hispalis). Por este motivo se le conoce en la actualidad como el Templo de la calle Mármoles.

No se ha podido conocer con exactitud cual fue su función pero se cree que podría haber sido un pórtico de acceso a una zona monumental dedicada al Liber Pater.

El legado romano

Este no es el único legado que queda en Sevilla capital de la época romana. En la calle Hombre de Piedra, ubicada en el barrio de San Lorenzo, quedan los restos de una estatua que podría haber pertenecido a unas termas que había en esa zona de la ciudad. También, en la base de las Setas de la Encarnación aparecieron, durante su construcción, los restos de una casa romana con el mosaico de la diosa mitológica Medusa.

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