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'Haru' se integra en el Virgen del Rocío para ayudar con IA a los niños oncológicos

Este robot, desarrollado por Honda, y del que el centro dispone ya de 10 unidades, ha demostrado ser un valioso apoyo en la rehabilitación infantil, mejorando su bienestar emocional

Robots para detectar señales emocionales en niños con cáncer

Foto de familia de los ganadores de los premios Motores contra el cáncer de la Asociación Española para los Efectos de los Tratamientos del Cáncer. / M. G.

El Hospital Virgen del Rocío y el Instituto de Investigación de Honda en Japón se han aliado para reinventar la oncología pediátrica a través de Haru, un robot humanoide impulsado por IA, con la misión de ayudar a mejorar las vidas de los niños que se someten a largos tratamientos.

El proyecto acaba de recibir en Sevilla el galardón Motores contra el cáncer infantil, que entregó este jueves la Asociación Española para los Efectos de los Tratamientos del Cáncer en su gala anual, en apoyo al desarrollo tecnológico y médico de este sistema, cuyos resultados para mejorar la calidad de vida de los niños se aplicarán posteriormente en hospitales de otros países.

El proyecto, llamado Haru-in-Hospital, es posible gracias a la coordinación de la asociación y el Instituto de Investigación de Honda en Japón con la colaboración de diversas instituciones clave, como la empresa sevillana de Inteligencia Artificial 4i, el grupo de investigación de Lingüística Computacional JULIETTA de la Universidad de Sevilla, el Grupo de Robótica de la Universidad Pablo de Olavide, e IDMind (Portugal).

Abarcan una gran parte de la experiencia diaria de los niños, mejorando su bienestar tanto a nivel clínico como emocional. Un ejemplo clave de esta mejora se da en la aplicación de las pruebas de ansiedad, esenciales para evaluar el estado emocional de los niños a lo largo del tratamiento oncológico. Actualmente, el equipo neuropsicológico del hospital realiza alrededor de 360 evaluaciones anuales a los 120 niños diagnosticados cada año, en tres momentos críticos: al inicio, en la fase central y al final del tratamiento. Con la ayuda de Haru, este número aumentará significativamente, pasando de 360 a 750 evaluaciones anuales, ya que cada niño será evaluado en cada ingreso para tratamiento.

En las consultas de seguimiento, que se realizan durante los 10 años posteriores al tratamiento, Haru también marcará una diferencia considerable, permitiendo incrementar las evaluaciones de ansiedad de 100 a 2.750, asegurando así la atención a todos los niños en seguimiento. En cuanto a la evaluación de los supervivientes, se pasará de las 50 evaluaciones actuales a 1.000. En total, sólo en lo que se refiere a la evaluación del estado de ansiedad, Haru permitirá realizar 4.500 evaluaciones anuales, en comparación con las 510 actuales. Estos avances también se aplicarán a otras pruebas de evaluación neurocognitiva que ya se están desarrollando para Haru.

Una de las mayores fortalezas de Haru es su enfoque holístico. Este robot no solo mediará en la realización de pruebas emocionales y cognitivas, sino que también proporcionará entretenimiento, apoyo educativo, y ayudará a los profesionales de la salud en la explicación de procedimientos médicos de una manera cercana y comprensible para los niños. Además, Haru será capaz de controlar las constantes vitales de forma periódica.

Los efectos del uso del robot han sido muy positivos, ya que, desde que comenzaron las pruebas en el hospital sevillano en 2021, el 95% de los niños que han interactuado han participado más activamente en su rehabilitación, en la que Haru es capaz de guiar a los pacientes a través de sus programas mientras los involucran en la conversación. Tras estos resultados positivos, se pasará a la utilización completa del robot, con 10 unidades que se introducirán en la unidad de oncología pediátrica del centro hasta 2027.

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