Cuando habla la Historia

La Biblioteca Colombina custodia el legado de Hernando Colón, un patrimonio de libros que compila el saber universal del siglo XVI.

El visitante puede acceder a los fondos bibliográficos de la Biblioteca mediante visita concertada en grupo.
Marta Navarro

20 de abril 2011 - 01:00

¿Sabía que existe una institución en Sevilla donde están los facsímiles escritos a mano por Cristóbal Colón o documentos originales de la historia de la ciudad desde Fernando III? Ese lugar es la Biblioteca Colombina de la Catedral de Sevilla, ubicada en el mismo templo,con entrada propia desde la calle Alemanes, y que custodia en su interior un verdadero tesoro en forma de patrimonio documental.

Nuria Casquete de Prado, directora gerente de la Institución Colombina, donde se integra esta biblioteca, explica que "las instalaciones y los fondos de la Institución no sólo son accesibles a los investigadores en las salas de consulta. Recibimos visitas concertadas de estudiantes y alumnos universitarios y otras veces se trata de grupos de personas que simplemente desean conocer este rico patrimonio bibliográfico que es común a todos". La procedencia de los visitantes es por ello, muy variada y cada año, en torno al millar de personas acuden a conocer la Biblioteca.

Las visitas son siempre guiadas por un técnico de la Biblioteca Colombina. "Los visitantes pueden conocer las zonas comunes de consulta y acercarse a la historia y riqueza de nuestro patrimonio a través de una exposición de libros originales, o documentos en su caso, seleccionados específicamente según las características o intereses de cada grupo", añade la directora.

La Biblioteca Colombina fue fundada por Hernando Colón en 1509, ya que el hijo del descubridor fue uno de los grandes bibliófilos de su tiempo. Su preocupación por las ciencias, su amistad con los humanistas y sus viajes propiciaron la donación continuada de libros.

Los fondos más relevantes son los manuscritos, como El Libro de las Profecías de Cristóbal Colón o el Lliber de Menescalia de Manuel Díez; los incunables como La Imago mundi de Pierre d' Ailly o La Gramática Castellana de Antonio de Nebrija; y los impresos del siglo XVI, como La Biblia Políglota Complutense. "Lo que más atrae la atención son los libros pertenecientes a Cristóbal Colón, aunque es el conjunto y la belleza de las salas con sus estanterías decimonónicas lo que sorprende al visitante".

Llama la atención también contemplar la colección de estampas de Hernando Colón, formada por los dibujos, pinturas o grabados que el humanista se iba encontrando a lo largo de sus viajes.

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