El flamenco 'al natural' que transmite el Farru

Cada compás, cada mirada, el flamenco se siente y El Farru, además de bailarlo lo explica con pellizco, con tanto que es capaz de hacer que todo el lobby del hotel Hesperia de palmas por bulerías y aprenda a caminar "como si estuviera en un puente de madera vieja encima de un precipicio" al mismo tiempo que toca palmas por soleares. Las cosas del Farru... y de las incondicionales (casi todas ellas y pocos ellos) que en seguida se pusieron a seguir los pasos de una coreografía medida e improvisada "porque cada uno tiene su verdad en el flamenco", su duende personal que traduce en una mirada, un acomodarse la chaqueta o un desplante.

"Yo no decidí ser bailaor, sentí serlo", confesaba a un auditorio entregado a quien explicó que el flamenco es arte, sentimiento y transmisión, "todo lo que lleva a la emoción en un camino infinito". Algo, que cada uno entiende de una manera y que bebe de la forma de ser de quien lo interpreta al baile, al cante o al toque. "El compás va solo, el ritmo está dentro", repetía mientras arrancaba a sus alumnos palmas por bulerías marcando tiempo y contando: un dos tres, cuatro cinco seis...

Una master class con la que el Hotel Hesperia Sevilla ha abierto sus hesperiencias, el juego de palabras que el hotel utiliza para denominar esta serie de experiencias en las que el alojamiento se convierte en una sala cultural más para la ciudad. En esta ocasión como homenaje al Día mundial del Flamenco acogió una master class de El Farru sobre la soleá.

Con cada movimiento, El Farru—figura central de una dinastía de legendarios artistas flamencos—compartió su técnica y conexión emocional con esta danza, brindando a cada participante la oportunidad de vivir el arte del flamenco en su máxima intensidad. La presencia de El Farru con los huéspedes, alumnos del bailaor y vecinos de Sevilla, creó un espacio inclusivo y festivo que refleja la esencia comunitaria del flamenco. El Hotel Hesperia Sevilla se convierte en un escenario donde la cultura local se respira y se vive en cada rincón, invitando a todos a descubrir la magia de la soleá.